Txurdin posa sonriente junto a dos jugadores del Aviron ayer en el Reale Arena . RS
Rugby

Un lustro después, fiesta en Anoeta

El Aviron Bayonnais se mide este sábado (17.00) al Pau en partido del Top 14 francés con el objetivo de lograr la victoria para mantenerse en puestos de play off por el título

Enrique Echavarren

San Sebastián

Sábado, 25 de marzo 2023, 01:00

Todo está listo en en el Estadio de Anoeta para la disputa del partido del Top 14 francés que enfrenta este sábado, a partir ... de las 17.00 horas, al Aviron Bayonnais, que ejerce como equipo local, y el Pau. Un lustro después, el rugby de primer nivel regresa a San Sebastián. No es un partido más. Hay mucho en juego. El Aviron, recién ascendido esta temporada, se ha impuesto hasta el momento en los diez encuentros que ha jugado en su estadio, el Jean Dauger, con capacidad para 16.934 espectadores, de ellos 10.733 sentados. Pero para esta ocasión sus dirigentes han decidido que era hora de visitar de nuevo Anoeta, como lo hizo en 2014 frente al Stade Français. La expectación es máxima y las 38.750 entradas que salieron a la venta están agotadas desde hace varias semanas.

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Los labortanos ocupan en la actualidad el sexto puesto de la clasificación del Top 14, la máxima categoría del rugby francés, con 50 puntos. Ha ganado once partidos, todos los que ha disputado en su estadio, ha empatado uno y ha cosechado ocho derrotas. Su máximo anotador es el zaguero Gaetan Germain, con 133 puntos.

El Pau, por su parte, es décimotercero con 33 y se encuentra en puestos de descenso, con siete puntos de renta sobre el colista Brive. Lleva seis victorias, un empate y trece derrotas. Sólo ha ganado un partido fuera de casa y ha perdido los otros nueve. El apertura inglés Zack Henry, con 158 puntos, es quien lleva la voz cantante en el aspecto ofensivo. El partido de la primera vuelta disputado en Pau acabó con empate a 22.

Clasificación

El Aviron Bayonnais es sexto en la clasificación, mientras que el Pau ocupa la decimotercera plazat

«Para nosotros es un honor jugar de nuevo en Anoeta», declaraba en estas mismas páginas Phillipe Tayeb, presidente del Aviron Bayonnais, en vísperas del partido. Y fue más allá al avanzar que «nuestra idea es organizar al menos un partido al año en San Sebastián para promocionar el rugby. En dicho caso, volveríamos a hablar con la Real Sociedad para ver si es posible jugar de nuevo en Anoeta», dijo.

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Esa opción podría ser viable si el Aviron Bayonnais se clasifica para disputar las semifinales del Top 14 por el título. En la actualidad, el Toulouse tiene la plaza prácticamente asegurada y el Aviron compite con otros cinco equipos por lograr una de las otras tres vacantes. Para poder seguir teniendo opciones, los pupilos de Grégory Patat necesitan la victoria hoy en Anoeta ante el Pau.

Mucho en juego

De ahí que el partido adquiera otra dimensión a estas alturas de la temporada. El Aviron Bayonnais, que tiene tres campeonatos de Francia en su historia (1913, 1934 y 1943), se entrenó ayer por la tarde en Anoeta para realizar una toma de o conel césped previa al partido. El Pau también lo hizo, pero por la mañana. A igual que el Aviron, cuenta también con tres títulos ligueros (1928, 1946 y 1964).

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El Aviron Bayonnais se presenta tras haberse impuesto en el Jean Dauger a los equipos que ocupan ahora los primeros puestos de la clasificación y quiere mantener esa incercia positiva ante un Pau mucho más presionado por sus urgencias en la clasificación. Pero en un partido de rugby, y más del nivel del Top 14 francés, puede pasar cualquier cosa. Los errores se pagan muy caros porque nadie regala nada. Eso sí, de conseguir la victoria, el Aviron Bayonnais daría un paso adelante muy importante en sus aspiraciones de acabar en la zona noble.

Sus jugadores estrenarán hoy en Anoeta una equipación novedosa conmemorativa de este partido. Es un guiño a la que lució en 2011 cuando tambien jugó en el estadio donostiarra ante el Toulouse –les dio suerte y ganaron 19-13– y que imitaba en cierta medida a la que llevaba la Real esa temporada. Se mantiene la habitual de color celeste y blanco –el Pau juega de verde– a la que se añade una ikurriña en la zona de la espalda.

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