La alerta de atascos por el G-7 diluye la 'operación retorno' en Biriatou

Es más, la normalidad fue tal que es precisamente lo que hizo que la jornada fuera tremendamente excepcional. Solo hace falta remontarse 365 días, cuando el mismo paso fronterizo sumaba la cuarta jornada con unas retenciones que llegaron a alcanzar los 13 kilómetros de distancia y 46.000 tránsitos diarios. Sin embargo, en esta ocasión, los conductores que circularon por la AP-8 en sentido Baiona apenas tuvieron que sufrir dos kilómetro de cola y eso solo aquellos que circularon a última hora de la tarde.

«Aún es pronto para determinarlo con rotundidad», advierten desde el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, pero todo apunta a que las recomendaciones que llevan realizándose desde la Dirección General de Tráfico (DGT) y Trafiko Zuzendaritza durante las últimas semanas han tenido su efecto entre la población civil.

La normalidad también se apoderó ayer de las carreteras navarras en su a la frontera sa. Desde Sos Navarra y la Policía Foral informaron de que no se habían registrado atascos ni incidencias reseñables a lo largo del día. Es más, indicaron que en los aparcamientos para vehículos pesados habilitados en la N-121-A (Pamplona-Behobia) se encontraban parados unos cuarenta camiones, por lo que aún quedaban a última hora de la tarde de ayer otras 160 plazas libres.

Ahora bien, desde el Gobierno de Navarra advierten de que el buen estado de las carreteras no debe hacer bajar la guardia a los conductores y se debe mantener la decisión de postergar todo tipo de viajes a Francia hasta, al menos, el martes 27.

No obstante, la zona más 'afectada', si puede llegar a considerarse como tal, fue el paso alternativo de La Junquera en la AP-7. Fuentes de la Dirección General de Tráfico puntualizaron que en este punto sí se registraron una media de cuatro kilómetros de retenciones desde el mediodía, pero que fueron remitiendo en las horas siguientes.

El ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner, por su parte, agradeció ayer el «excelente trabajo» y la «magnífica colaboración de las autoridades y los cuerpos policiales españoles para el desarrollo de la cumbre del G-7» que se celebra hasta mañana en Biarritz.

Así lo manifestaron ayer fuentes del ministerio del Interior, que precisaron que Castaner había hablado con su homólogo español, Fernando Grande-Marlaska, para transmitirle su agradecimiento. Y no es para menos, teniendo en cuenta que un total de 7.000 efectivos españoles se han desplegado a ambos lados de la frontera para garantizar la seguridad y el control del tránsito.

Entre los cuerpos que forman parte del dispositivo de seguridad a este lado de la frontera, y que ha sido diseñado expresamente para la cumbre, figuran la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Ertzaintza, la Policía Foral de Navarra y la Policía Local de Irun, recordaron las mismas fuentes. En total, contando con la seguridad sa hay 20.000 agentes trabajando en este operativo.