El calor comienza a despedirse de Gipuzkoa después de que este jueves todo el territorio volviera a vivir una jornada con el mercurio disparado. La máxima se alcanzó en Arrasate, donde a las 15.00 horas el termómetro marcaba 39,1 grados. En la estación que la agencia vasca de meteorología, Euskalmet, tiene en Bergara, la de San Prudentzio, se llegaron a alcanzar los 38,9º a las 15.30 horas, mientras que en Beasain, en el medidor de Estanda de la agencia, se registraron 38,8 grados minutos antes de las cuatro de la tarde. En Errenteria también fue un día asfixiante, con máximas que alcanzaron los 38,6 grados a las 15.00.
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En la costa el mercurio tampoco dio este jueves un respiro y se volvió a vivir una jornada marcada por el bochorno. Los registros de Euskalmet sitúan la temperatura más alta junto al Cantábrico en el faro de Higer, en Hondarribia, donde la temperatura se disparó hasta los 35 grados al mediodía y donde la noche fue tropical, sin bajar de los 24,6 grados a las 8 de la mañana. También costó conciliar el sueño en otras localidades como Mutriku, donde la mínima no bajó de 25 grados.
Este viernes
Costa. Viento del noroeste que provocará una baja del mercurio. No se superarán los 30 grados.
Interior. Jornada soleada con temperaturas rozando los 35 grados.
Este sábado
Costa. Intervalos de nubes y claros con probabilidad de chubascos por la tarde.
Interior. Cielos despejados y calor con máximas que volverán a superar con holgura los 33 grados.
Domingo
Costa. Cielos nubosos con posibilidades de lloviznas y temperaturas máximas y mínimas en descenso.
Interior. Jornada inestable con nubes y caída generalizada del mercurio.
La canícula, no obstante, comenzó a despedirse del territorio a última hora de este jueves, con la entrada por el litoral de «una leve galernilla», tal y como señalaba Margarita Martín, delegada de Aemet en Euskadi. Así, el viento de noroeste esperado para este viernes contendrá los termómetros, sobre todo en el litoral, donde no se prevé que superen los 30 grados. La jornada, eso sí, volverá a ser soleada, con algunas nubes bajas por la mañana que irán desapareciendo con el paso de las horas. En el interior, en cambio, el calor resistirá este viernes ya que seguirá soplando el viento de componente sur, lo que hará que las máximas vuelvan a rondar los 35º.
Será el preludio a un fin de semana de comienzo de Semana Grande donostiarra marcada por la inestabilidad meteorológica. Aemet no descarta algún «chubasco intermitente» para este sábado y el domingo, una jornada donde volverá la nubosidad. Si bien habrá que esperar a mediados de la semana que viene para que llueva con cierta consistencia en el interior de Gipuzkoa. «Empezará a llover con fundamento a partir del miércoles», avanza Martín.
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