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Juanjo Salegi, director de Recursos Humanos de Bellota, con varios trabajadores veteranos al fondo de la factoría de Legazpi.
Juanjo Salegi, director de Recursos Humanos de Bellota, con varios trabajadores veteranos al fondo de la factoría de Legazpi. José Mari López

«Hay escasez de mano de obra joven y se agravará»

Urgencia. Las empresas necesitan jóvenes para adaptarse a la digitalización de los procesos de trabajo y «compiten entre ellas» para fichar savia nueva

Jorge Sainz

San Sebastián

Jueves, 14 de marzo 2024

Flexibilidad horaria, medidas de conciliación familiar, teletrabajo, mejores sueldos... Las empresas guipuzcoanas ofrecen cada vez más incentivos de tipo social para atraer a trabajadores jóvenes y facilitar su futura decisión de si quieren ser padres. «Desde la empresa no podemos adoptar medidas para fomentar la natalidad, pero sí al menos para no perjudicarla» comenta con un punto de humor Juanjo Salegi, director de Recursos Humanos de la firma Bellota de Legazpi, referente mundial en la fabricación de herramientas y con 2.600 empleados repartidos por 14 factorías en distintos países.

En la factoría principal de la localidad del Urola, donde existe mucho trabajo físico de forja, hay muchos trabajadores veteranos y Salegi reconoce que, a remolque de la baja natalidad, existe «cierta escasez de fuerza de trabajo joven y las empresas estamos compitiendo por ellos», como si de fichajes futbolísticos se tratara. Y el problema se «multiplica» cuando hablamos de profesionales en ámbitos de «alta cualificación» como la inteligencia artificial, la robótica, el big data y todo lo relacionado con la digitalización, donde en principio pueden aparecer más perfiles de jóvenes trabajadores, pero al haber cada vez menos nacimientos, se nota la falta de savia nueva.

Lo peor, agrega el empleador, es que «a medio plazo el problema se va a agrandar porque la falta de mano de obra obedece también a «cambios sociales» y pueden provocar problemas en las empresas. «En la industria hay plantillas de más edad a los que les cuesta más adaptarse a los cambios tecnológicos que vienen en la producción, y a la vez hay escasez de personal joven que domina esa faceta», resume.

Se da la paradoja, explica Salegi, que las empresas, en general, tienen buenas perspectivas de futuro en Gipuzkoa, «estamos haciendo bien las cosas» y los datos de empleo son «buenos». Hay trabajo, pero faltan manos jóvenes. Es lo que recientemente el presidente de la patronal guipuzcoana, Adegi, Eduardo Junkera, definía como «invierno demográfico». Calculaba en 80.000 los trabajadores que faltarán en Gipuzkoa cuando se jubilen los nacidos durante el baby boom' de los años sesenta y setenta.

Los jóvenes mejor preparados suelen tener mejores oportunidades, en un mercado laboral que tampoco es todo lo generoso que debiera a nivel salarial con las nuevas generaciones, tal y como reconocen en voz alta empresarios y hasta el propio lehendakari, Iñigo Urkullu. «Los jóvenes con perfiles técnico-científico pueden llegar a tener a la vez varias ofertas de trabajo de distintas empresas. Se nota que tardan más en contestarte porque están eligiendo. Por ello, las empresas intentamos ser más atractivas y que la empresa sea algo más que un lugar de trabajo», reflexiona.

Uno de las primeras medidas adoptadas para paliar la falta de jóvenes autóctonos por la caída de la natalidad, ha sido el fomento de la contratación de trabajadores extranjeros y las políticas para facilitar su contratación, reduciendo requisitos. Pero esto no deja de ser un parche temporal. Y por ello, las propias compañias industriales deben ofrecer nuevas recetas. En Bellota, y otras empresas, se están implementando y ensayando salidas de conciliación, flexibilidad horaria o de turnos, posibilidad de realizar proyectos desde casa u otros lugares del mundo... Un nuevo «contrato social ajustado a la realidad actual. Así, la gente estará más comprometida», resume Salegi.

Baserritarras, talleres...

Baserritarras, talleres...

La falta de relevo generacional acucia a todo tipo de sectores, no solo a la industria guipuzcoana, principal actividad del territorio. El sector agroganadero ve cómo los jóvenes abandonan el caserío en busca de otros trabajos, los talleres mecánicos o chapistas cierran sus puertas cuando se jubila el padre, empresas de camioneros o barcos de arrantzales ven como las nuevas generaciones no ven atractivos trabajos tan duros.... Hasta en la hostelería, con horarios que abarcan el fin de semana, se nota la dificultad de savia nueva. Y es que los jóvenes tiran más por carreras universitarias que por oficios tradicionales, aunque la citada bajada de la natalidad provoca que tampoco en esas profesiones técnicas existan todos los profesionales necesarios.

Por otro lado, la tecnologización de la industria provoca que las mujeres, también jóvenes, se vayan incorporando a tareas asociadas tradicionalmente a los hombres, como la forja, donde cada vez más féminas programan los robots que hacen el forjado.

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Créditos

  • Textos Aitor Ansa, Miguel Ángel Mata, Patricia Rodríguez, Javier Guillenea, Jorge Sainz y Marcela Salazar

  • Fotografías Lusa, Jose Mari López, Lobo Altuna, De la Hera

  • Desarrollo Gorka Sánchez

  • Narrativa y gráficos Izania Ollo

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