
Secciones
Servicios
Destacamos
Maider Artola
San Sebastián
Jueves, 15 de agosto 2024
Tras una noche pasada por agua, alrededor de 25 personas aguardan en la parada de taxis del Boulevard, en Donostia. Mojadas, con frío y con un enfado considerable que aumenta según pasan los minutos. No ven el momento de llegar a sus casas, ni tampoco avistan vehículos llegando. La marquesina solo permite que estén resguardadas cinco o seis personas, mientras que los demás no tienen más remedio que empaparse. Una estampa que por desgracia se ha convertido en algo habitual, porque las colas en las paradas de taxi de San Sebastián son ya un clásico de la ciudad que se agrava en fechas señaladas como la Semana Grande, en la que coger uno de estos vehículos es un verdadero desafío tanto para donostiarras como para turistas.
Los primeros, asqueados de un problema que viene de atrás, los segundos, sorprendidos de que una ciudad turística como Donostia no tenga un servicio de taxis acorde a la demanda existente. La desesperación es palpable en esta parada, como horas antes en la de la Avenida de la Libertad, principal punto de recogida mientras el Boulevard está cerrado al tráfico por los fuegos artificiales y el toro de fuego. Los pacientes clientes que aguardan un taxi encuentran, sin embargo, minutos y minutos de espera a la intemperie.
Precisamente para tratar de paliar la escasez de taxis se alcanzó un acuerdo, conocido como la 'zona de régimen especial de Donostialdea', para permitir a los taxistas de los once municipios de la comarca –Donostia, Andoain, Astigarraga, Errenteria, Hernani, Lasarte-Oria, Lezo, Oiartzun, Pasaia, Urnieta y Usurbil, que en conjunto suman 413 licencias–, prestar sus servicios en las demás localidades en los días y horarios de mayor demanda. El objetivo era que este nuevo servicio entrase en vigor en julio y que por tanto estuviese disponible en verano y en Semana Grande. Sin embargo, no se pondrá en marcha hasta «septiembre u octubre».
Sofía Jiménez
Residente en Hondarribia
Por tanto, la escasez de taxis está siendo la misma este año que en los anteriores y eso crea problemas y discusiones entre s y conductores. La donostiarra Lourdes Beldarrain, residente en el barrio de El Antiguo, clama por que en estos días de fiestas haya más taxis en funcionamiento. «Cuando hay alguna fiestal, como Semana Grande, o alguna carrera ciclista, es una vergüenza que tengamos que estar esperando tanto tiempo. La parada del Boulevard es la más conocida de todas. Ya saben que días como hoy va a haber muchísima gente. Llevo una hora llamando y no cogen el teléfono. Al parecer lo tienen descolgado. No me parece lógico que nos dejen tirados día tras día», se queja.
«El tema está muy mal. Cada vez peor –apunta Sofía Jiménez–. Me cuesta muchísimo poder coger un taxi. Únicamente hay dos o tres en la parada y cuando se ocupan, tenemos que esperar una hora y media hasta que llegue uno», asegura esta joven, que habitualmente sale de fiesta por Donostia y no se quiere perder la Semana Grande. «Vivo en Hondarribia y prefiero coger un taxi porque ir en autobús se me hace eterno. Aunque pienso que en este momento ninguno de los dos servicios públicos están a la altura de la población guipuzcoana», destaca.
Lourdes Beldarrain
Vecina de El Antiguo, Donostia
Son muchos los que se sorprenden de que en Donostia no haya servicio de empresas VTC, tan extendidas en el resto del Estado. Es el caso de la sevillana Miriam Catalán, residente en la capital guipuzcoana. «Pienso que en cada parada tendría que haber 5-6 taxis y luego los taxistas tendrían que llamar a la central para que manden más. En Sevilla, al tener Bolt, Cabify y Uber no tenemos este problema. Una buena solución para acabar con esto sería poner estas empresas en Donostia, aunque me imagino que sería un gran problema para los taxistas de aquí», manifiesta.
Miriam Catalán
Sevillana residente en Donostia
Alicia Pérez, que es natural de Granada y vive en Hondarribia, llama la atención sobre otra de las peculiaridades del sistema de taxis en Donostia y que a la vez es queja recurrente de los s. Recalca que «no he podido pedir un taxi en una calle. Desde la central me han comentado que me tenía que acercar a la parada de taxis más cercana. Yo quiero que el taxi me recoja en un punto concreto, porque si no me monto en un autobús. Hoy no tengo más remedio que esperar a un taxi porque no tengo bus nocturno, pero no entiendo toda esta situación».
Pero no es un problema que se limite al verano, sino que es diario y en algunos casos deja a los s sin servicios en momentos de emergencia. Lourdes Beldarrain destaca que «un día estuve pidiendo durante una hora y media un taxi para subir al hospital porque mi ama estaba ingresada». «Encima no quieren que yo llame a Hernani, por ejemplo. Dicen que los de aquí tienen que cumplir con esa función. Pero si no se ponen manos a la obra, esto acabará mal», advierte esta mujer.
Publicidad
Elene Arandia | San Sebastián y Oihana Huércanos Pizarro (gráficos)
David González
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.