Retrasan las obras de una empresa en Hernani para proteger los ocho huevos de dos parejas de chorlitejos chicos

No es lo habitual, pero tampoco excepcional. A pesar de que se trata de un ave más propia de bahías, estuarios o marismas, como Txingudi o el biotopo de Iñurritza, la acción del hombre les ha llevado a anidar en zonas más inhóspitas, como los polígonos. Es lo que ha sucedido en el campus de Galarreta del Parque Científico y Tecnológico de Gipuzkoa, ubicado en Hernani, donde en estos momentos dos parejas de chorlitejos chicos protegen sus ocho huevos, alguno cercano a la eclosión, lo que ha llevado a retrasar una semana las obras de construcción de una empresa.

«Los solares que suele haber entre pabellones son un lugar bueno para ellos, porque suele haber piedrecitas para mimetizarse y son zonas tranquilas», explica José Manuel Cabrita, coordinador de SEO Birdlife Donostia. de la esta delegación de la Sociedad Española de Ornitología, que agrupa a medio centenar de personas, localizaron estas dos parejas y sus huevos en el solar donde se levantarán las nuevas instalaciones de la empresa Couth, especializada en marcaje y trazabilidad industrial. «Por favor, que la gente no tenga la tentación de acercarse al lugar», piden para preservar el futuro de estas aves limícolas.

El ornitólogo de SEO Birldlife explica que los chorlitejos tienen un periodo de incubación de 21 días, y que al estar en época reproductiva y en proceso de nidificación tienen una protección especial, amparada tanto por la legislación europea como estatal. Además, señala que en el catálogo de especies silvestres amenazadas son considerados como aves «vulnerables». Tras poner sobre aviso a los servicios de guardabosques-Basozainak de la Diputación y al Ayuntamiento de Hernani, Cabrita destaca la «buena voluntad« de Couth y la constructora Altuna y Uría para no introducir maquinaria en la zona durante una semana.

«Están en fase terminal de incubación», describe el ornitólogo estos huevos que suelen ser proporcionalmente grandes en relación al tamaño del ave. Normalmente la puesta consiste en 4 huevos, que en conjunto pesan unos 30 gramos, siendo el peso de un adulto apenas 40-50 gramos. El ornitólogo considera que el periodo de ausencia de maquinaria de construcción en la zona debería ser mayor «porque una vez que eclosionan los polluelos de chorlitejo no se quedan quietos, empiezan a corretear por la zona». Desde que eclosionan pueden tardar un par de semanas en abandonar la zona.

Este lunes los implicados se reunieron en la zona donde han anidado los chorlitejos, que gracias a su instinto de superación han conseguido salvar los huevos de la gran tormenta de agua y granizo del domingo. «Digamos que han aguantado el chaparrón. Los padres los han protegido, porque están al raso. Hay muchas condiciones extremas que pueden hacer fracasar la puesta, como el exceso de frío, y ahí no puedes hacer nada», señala Cabrita.

En cambio, sí se pueden retrasar unas obras de construcción, como ha sucedido con esta «avecilla de apenas 30 centímetros, que no tiene el porte de un águila imperial pero sí su espacio en la biodiversidad».

Desde SEO Birdlife insisten en hacer un llamamiento a los curiosos para que no se acerquen a la zona, porque supondría poner en peligro el futuro de los huevos.

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