Las lágrimas de Rafel Pol, segundo de Luis Enrique que perdió a su mujer hace menos de un año, al ganar la Champions League

La aplastante victoria este sábado del PSG por cinco goles a cero frentre al Inter de Milan en la final de la Champions League celebrada en Munich ha dejado infinidad de imágenes simbólicas, muchas de ella protagonizadas por españoles del staff técnico del conjunto parisino, como las lágrimas de Rafel Pol, asistente de Luis Enrique, que no pudo ocultar la emoción antes incluso del pitido final.

Una lágrimas por la ansiada victoria, captadas por la retransmisión de televisión, que permite al Paris Saint-Germain conquistar por primera la áxima competición del fútbol europeo pero que en el caso de Rafel Pol van todavía más alla y tienen un significado mayor, debido al reciente fallecimiento de su mujer Raquel a comienzos de esta misma temporada.

«Antes de empezar, quiero decir que hoy es un día muy triste. Una persona muy importante de la plantilla perdió a su mujer. La mujer de Rafel Pol falleció tras una larga enfermedad. Queremos dedicar esta victoria a Raquel y Rafel. Y, por supuesto, a su familia. Compartimos su dolor y les enviamos mucho apoyo», señaló entonces Luis Enrique en la rueda de prensa posterior a una victoria liguera allá por noviembre.

Precisamente, Luis Enrique también fue protagonista en la final de la Champions por unas imágenes que están dando la vuelta al mundo con motivo del emotivo tifo que los aficionados parisinos desplegaron en su zona de la grada, en la que aparecía el técnico asturiano con su hija Xana, fallecida en 2019 a los nueve años de edad por un tumor óseo, que replicaba una bonita foto captada tras lograr la Champions con el FC Barcelona hace diez años en Berlín.

A lo largo de la temporada, Luis Enrique expresó en varias ocasiones su deseo de poder dedicarle la Champions a su hija, recordando la imagen de Xana clavando una bandera del Barcelona en el césped tras la final de Berlín. «Tengo el deseo de poder hacer lo mismo con el Paris Saint-Germain. No estará mi hija físicamente, pero estará espiritualmente y eso para mí es muy importante», recordó el pasado mes de enero.

El técnico asturiano cumplió su promesa y después del pitido final en el Allianz Arena se enfundó una camiseta con un estampado que recordaba a la pequeña Xana clavando una bandera en el terreno de juego.