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Bermudas en el interior, cazadora en la costa. Un banco de niebla marina que ha cubierto el cielo en casi la totalidad de la costa ha ampliado este martes la habitual diferencia térmica entre el litoral y el interior de Gipuzkoa. A las cuatro de la tarde, en municipios como Beasain o Segura el termómetro marcaba 29 grados, mientras que a esa hora en el observatorio de Aemet en Igeldo se medían apenas 15,6º. Aunque, previamente, el mercurio se ha elevado hasta los 22,1 grados.
La delegada de Aemet en Euskadi, Margarita Martín, explica este fenómeno por el que a las once de la mañana en Igeldo se registraban 18,2º, «hasta que a la costa, donde el agua está a 15,5 grados, ha llegado la masa de aire cálido del sur de Gipuzkoa». En ese momento la temperatura ha subido hasta los 22,1 grados en el observatorio donostiarra, a la vez que se ha producido «una fuerte condensación de todo el vapor de agua». Esta situación ha generado la niebla que ha ido cubriendo buena parte del litoral durante el mediodía, suavizando las temperaturas en los municipios costeros. «En Matxitxako la máxima se ha registrado a las 9 de la mañana. La niebla se ha notado en la costa», señala Martín.
Así, mientras en Aretxabaleta y Ordizia se medían 28,5 grados, en Azpeitia 28 y en Elgoibar 25,5, en Zumaia el mercurio apenas rozaba los 22 grados y en Mutriku ni siquiera llegaba a los 20, al quedarse en 19,7º. Al Este del territorio, la protección que brinda Jaizkibel sí ha permitido disfrutar del sol a los bidasotarras, con temperturas máximas que han rondado los 24 grados en Irun y Hondarribia.
El contraste también se ha dado en otros indicadores, como la humedad relativa, del 82% en la costa y el 28% en comarcas como en Alto Deba o Goierri esta tarde.
La semana ha arrancado con temperaturas máximas veraniegas en el interior de Gipuzkoa, que incluso pueden ser superadas el fin de semana, para cuando se prevé un tiempo bochornoso y tormentoso si se cumplen los pronósticos, aunque no hay que olvidar que la fiabilidad de las previsiones a 7 días es del 25%, como subraya Martín. Hasta entonces, por Gipuzkoa pasará un frente no demasiado activo, y el mercurio bajará y subirá, con jornadas soleadas, nubosas, más calurosas y con algunos chubascos. En resumen, días de inestabilidad típicamente primaverales, una estación que suele regalar algunos días que anticipan el verano, jornadas en las que se echa de menos que las piscinas exteriores no estén aún abiertas o los chorros con los que se refrescan los niños encendidos.
Por ejemplo, desde 2009, año en el que Aemet comenzó a anotar registros en Aretxabaleta, en el municipio del Alto Deba se han contabilizado en mayo 51 días con temperaturas superiores a los 27 grados. El año pasado, sin ir más lejos, el 8 de mayo el mercurio alcanzó los 29,4 grados. Y el 31 de mayo llegó hasta los 30,8º.
En Igeldo, donde la serie climtológica data de 1928, se han registrado 29 días de más de 30 grados en los meses de mayo. El caluroso 8 de mayo del año pasado se midieron 30,4 grados. Y el 27 de mayo del 2005 se alcanzaron los 33 grados en una jornada que finalizó en galerna.
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Este miércoles las temperaturas serán más suaves. Aunque amancerá soleado y con viento de suroeste, conforme pasen las horas irá aumentado la nubosidad. Las rachas girarán al noroeste y para la tarde Martín espera la llegada un frente frío «rápido y poco activo», lo que elevará la humedad y puede dejar algo de lluvia en las costa. Las temperaturas continuarán bajando y se situarán en torno a los 22 grados.
El jueves subirá de nuevo el mercurio, que se situará en torno a los 24 grados, lo que probablemente degenere en tormentas «porque aumenta la inestabilidad atmosférica», explica Martín. Por el día se apreciará más calor, «pero durante la tarde entrará una masa de aire frío del Cantábrico que elevará los niveles de humedad, calor que se transformarán en chubascos», prevé la meteoróloga.
Aunque la cautela debe guiar las previsiones a más de 3 días vista, las previsiones apuntan a que las temperaturas vuelvan a subir el viernes, y que vayan acompañadas de inestabilidad. El fin de semana se prevé tormentoso. «La tendencia es que haya tormentas, que van asociadas a calor bochornoso, no seco». A tormentas típicas de mayo.
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