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Escapadas cortas y cerca de casa

Sin planes concretos y sin necesidad de hacer grandes viajes para aprovechar los días de asueto. Así se presenta el verano de esta 'nueva normalidad' para algunas de las caras más conocidas de Gipuzkoa

Ana Chueca

Domingo, 28 de junio 2020, 07:57

Alex Ubago | Músico

«Los padres también teníamos ganas de no tener más deberes»

Álex Ubago, en la pasarela del puerto de San Sebastián. Lobo Altuna

Alex Ubago llega a julio con la sensación de no haberse aburrido nada durante los meses de confinamiento. Los tres meses que ha durado el estado de alarma han sido «muy productivos en cuanto a composición de nuevas canciones» se refiere, aunque también en cuanto a horas de estudio con sus hijos de cinco y ocho años. «Tienes muchas ganas de estar con ellos y aprovechar, pero al estar todo el día en casa hay que entretenerlos».

Por eso espera que sea «un verano tranquilo» y para «desconectar». También para que sus dos hijos pequeños puedan descansar del ritmo que llevaban con las clases online y para «los padres que estábamos deseando que dejaran de mandar deberes ya».

Salvo un viaje que tiene planeado a Menorca, donde suele veranear con su familia, recibe los meses de calor «con la mentalidad de que va a ser un verano para disfrutar de nuestra tierra». «Vamos a Menorca porque es un plan que llevamos haciendo varios años y un destino que nos gusta mucho en casa», comenta, por lo que «en principio», el donostiarra y su familia van a «mantener el plan».

El resto del verano: «Sobre la marcha». Pasará los días con «planes improvisados de playa o pequeñas excursiones», siempre teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad e higiene. «Si al ir a playa vemos que está hasta arriba y no se puede, pues cambiamos el plan y ya». En ese caso, cuenta, tienen la suerte de poder ir a varias piscinas privadas. «En nuestra urbanización, la de mis padres o la de mis suegros».

Quizá si hay algo que el cantautor vaya a echar de menos estos meses sea precisamente eso, «la libertad del verano». Ubago cree que eso será lo más raro de esta 'nueva normalidad'. Compaginar de alguna manera la sensación de despreocupación que «se tiene en vacaciones» con «las limitaciones» que todavía se mantienen a causa del coronavirus. «Habrá que llevar un poco más de control», responde sin mayor problema.

Al cantante la crisis sanitaria le ha trastocado más el verano en cuanto a trabajo se refiere. Tuvo que aplazar una gira por Colombia, también las que tenía previstas en Cuba, México y Estados Unidos. Lanzará el primer single de su nuevo disco en septiembre, aunque esperará a sacar el nuevo repertorio a febrero o marzo del año que viene. «Esperando que en 2021 haya un poco más de normalidad con el tema de los conciertos y podamos presentar el disco y hacer un gira en condiciones», especifica. «Trataremos de disfrutar el verano todo lo que se pueda», termina. «En nuestro caso, no nos podemos quejar porque hemos estado bien de salud, pero han sido unos meses muy intensos y también nos lo merecemos».

Gabriela Uriarte | Nutricionista

«Para mí estos meses serán como un verano más, pero con distancia»

Gabriela Uriarte posa en el paseo de Eduardo Chillida. Arizmendi

Para pasar un gran verano no siempre hace falta tenerlo todo planificado al dedillo. Muchas veces los mejores días de playa o escapadas con los amigos son los que se improvisan y salen de la nada. Y así lo ve también Gabriela Uriarte. Este verano asegura que «no tenía ningún plan» y desde luego «ahora menos». Al margen del verano poco común que viviremos debido a las consecuencias de la pandemia, la conocida nutricionista tampoco es de las que acostumbran a hacer grandes viajes a otros países en los meses de calor. «En verano no solemos irnos muy lejos», cuenta, «no somos gente que se va un mes a Tailandia».

Aunque reconoce que sí que le gusta «viajar al extranjero y visitar otros países y conocer culturas distintas», aunque prefiere hacerlo en las otras estaciones del año. Muestra de ello es el viaje que tenía organizado a Colombia con las amigas de la universidad: «Íbamos a ir en Semana Santa. Obviamente se canceló todo y ya no vamos a ir», lamenta. «El verano, en cuanto a lo que son vacaciones, no nos ha cambiado mucho», comenta. Los días de fiesta y descanso serán los mismos para Gabriela, aunque esta vez se quedará por «aquí». «Haremos muchos viajes cortitos y aprovecharemos para acercarnos a la playa, relajarnos y estar con los amigos». Más en esta ocasión, que suele ser «la época de bodas», aunque finalmente se cancelara la celebración del compromiso de unos amigos que tenía este verano. «Con esta edad, entre una cosa y otra siempre hay plan. O viene gente que vive fuera y aprovechas y haces cosas con ellos...», da la vuelta a la situación.

«Normalmente aprovechábamos siempre en verano para irnos unos días al sur o al Mediterráneo y este año vamos a hacer turismo patrio. Nos vamos a quedar en Euskadi», asegura. Una buena oportunidad para «conocer un poco más Gipuzkoa, Bizkaia y Araba», y hacer escapadas a «una casa rural en Cantabria».

Respecto a cómo irá el verano se mantiene positiva: «Parece que todo va a ir bien y podremos seguir haciendo cosas», valora, «aunque esto puede cambiar de un día para otro». «Para mí estos meses serán otro verano más pero con distancia».

Jon Plazaola | Actor

«Tengo claro que no cogeré ningún avión de momento»

Jon Plazaola tendrá pocas vacaciones, aprovechará el verano para trabajar.

«Vacaciones pocas», ite el actor Jon Plazaola sobre este verano de coronavirus. Aunque al contrario de lo que la mayoría esperaría, no parece importarle demasiado. Al revés, apenas lamenta que se vaya a pasar los meses de calor trabajando y preparando nuevos proyectos. «Supongo que será un verano de fines de semana largos», prevé. «Tengo claro que este año no cogeré ningún avión por si acaso hasta que se tranquilice todo». Ya tuvo que hacer frente a la suspensión de dos viajes «bastante bonitos» a Nueva York y a Ámsterdam que tenía en abril y mayo por la crisis sanitaria. «Tenemos por aquí suficientes salidas y planes como para hacer escapaditas cortas y frecuentes. Es una oportunidad el turismo local».

Tampoco le quedará otro remedio entre las funciones que tiene programadas en verano. Aunque su plan inicial era seguir con la segunda temporada de la obra 'Loosers' en Madrid, desde mediados de julio hasta finales de agosto, al final han optado por aplazarla. «Se veía que no se podía realizar en condiciones normales, como tantas obras de teatro», lamenta el actor de Urretxu. «Veremos si en 2021 tenemos la suerte de poder hacerlo con la absoluta normalidad».

Aun así, no le va a «faltar curro». Además en un principio «no contaba con el programa 'Barre libre' de ETB, que es una de las cosas buenas que me ha dado la pandemia», reconoce. «Sabemos que en septiembre volveremos con la segunda temporada del programa, por lo que la segunda quincena de agosto ya estaremos grabando otra vez», comenta. Al mismo tiempo estará trabajando en un monólogo que presentará en el Teatro Principal de Donostia en agosto, por lo que en julio también estará ocupado.

«Somos unos buscavidas, si nos quitan de un lado intentamos buscar en otro sitio», reconoce sobre el sector de la cultura que «si ya de por sí estaba bastante castigado, ahora todavía mucho más», a pesar del gran apoyo que ha supuesto en los meses de confinamiento.

Al margen del trabajo, en el que «el balance es positivo», Plazaola tiene una escapada en mente a Girona. Estuvo el año pasado, «nos gustó muchísimo», aunque no era la primera vez que lo visitaba. «A lo mejor vuelvo este año con la furgoneta», se plantea. «Y por lo demás, andaré cerca. La semana del estreno del monólogo también estaré por Donostia y si nos hace buen tiempo aprovecharé», asegura. Jon asume que este verano «estamos más abocados a improvisar que a planificar. Se nos han cancelado los planes, si quieres obtener resultados diferentes haz cosas diferentes. Y seguro que salen cosas apetecibles», anima el actor.

Nekane Balluerka | Rectora de UPV/EHU

«Es el momento de conocer lo que nos rodea de otra forma»

El monte es de los planes favoritos de Nekane Balluerka.

El infinito en un Junco' de Irene Vallejo. Nekane Balluerka, rectora de la UPV/EHU, ya tiene elegida la lectura para sus vacaciones de verano. Después de estar tres meses reorganizando la universidad para convertirla en online, tiene «ganas y necesidad» de los meses que vienen por delante.

La crisis sanitaria sí que ha cambiado el verano de la rectora. «Soy muy viajera», avanza, «me gusta mucho. Suelo combinar ciudad con monte y a veces playa». Este año tenía intención de visitar durante 20 días Sicilia y Lipari, en Italia. Recorrer las islas y conocer sus rincones. «Lo hemos cancelado. Este verano no toca volar», resuelve.

En su lugar han planteado un viaje mucho más cercano y montañero, un plan «muy de casa» y más corto. Eso sí, mantiene la tradición de ir toda la familia junta.

A pesar de su afición por los viajes, este año los va a «aparcar» y se va a «dedicar a otras cosas. Leer, deporte, andar en bici». Reconoce que no necesita mucho más para su plan perfecto de día de verano: «Madrugar y hacer deporte. Después desayunar muy bien y tranquilamente. Pasar la mañana leyendo y cocinar. Por la tarde, darme un paseo y si se puede ir al cine, mejor. Soy muy cinéfila. Y si no, al teatro».

El mar tampoco está presente en gran parte de sus planes, al menos no tanto como el monte. «No creo que me desplace mucho a la playa», ite. «Ya de por sí no me gustan mucho las aglomeraciones. Soy una persona a la que le gusta la tranquilidad y este año voy a prescindir de sitios en los que haya mucha gente como la playa. Este verano me voy a decantar más por el monte y por salir a correr».

Consciente de que habrá muchos años por delante para viajar, y más épocas que el verano, acoge la llegada del calor con «ilusión» y ganas de «descansar y hacer otras cosas». «Es el momento de conocer lo que nos rodea de otra forma», opina Balluerka. «Se puede estar con los amigos y la familia, siempre teniendo cuidado y manteniendo las distancias para evitar rebrotes, y disfrutar de los que tenemos cerca que es mucho». Desde esta perspectiva, que este verano no se pueda viajar con la misma libertad que otras veces, no le parece «tan grave».

Inevitablemente, el trabajo extra de adaptación a la 'nueva normalidad' como consecuencia del coronavirus, también va a formar parte del verano de la rectora. «En agosto tendré que trabajar un poco más», ite, aunque el trabajo extra en comparación con otros años, lo hará estas semanas en las que está trabajando «a contrarreloj» para tener listo el diseño de la nueva planificación para el curso que viene.

Nerea Eizagirre | Jugadora de la Real

«Siempre digo que me iría de vacaciones a San Sebastián»

El monte Uzturre, cerca de su casa, es uno de los favoritos de Nerea Eizagirre. José Mari López

Ser giputxi es bueno», soluciona rápidamente la jugadora de la Real Sociedad, Nerea Eizagirre, ante la problemática para viajar por el coronavirus. Y es que esta tolosarra asegura que «yo siempre digo que me iría de vacaciones a San Sebastián». Y este tiene la ocasión. «Va a ser un verano más cercano, en vez de tener que ir hasta Lanzarote».

Y dice Lanzarote, porque la isla canaria es adonde se iba la futbolista de vacaciones con su pareja. Pero «viendo la situación y que al final siempre está la posibilidad de contagiarse, decidimos cancelar el viaje». Sin comparar la isla de Lanzarote con Donostia, Nerea cree que este está siendo un verano «más deseado que otros». Para la futbolista, después de estar tantos meses encerrados y sin casi actividad la necesidad de salir y estar en la calle aumenta. «Entonces da igual a dónde ir, porque lo que quieres es disfrutar del verano, estar con tu gente y familia y hacer cosas diferentes, todo menos estar en casa». Ella, del encierro ahora pasa «por casa casi solo para dormir». Dice que es lo que necesita para descansar y desconectar de verdad: «Mucha actividad y no parar quieta».

Gracias al confinamiento pudo pasar más tiempo con sus padres y no dejó de hacer deporte y mantener la forma en el gimnasio que improvisó en el trastero de su casa. Aún así, «estar encerrada tanto tiempo nos ha desgastado psicológicamente», reconoce.

«No voy a parar quieta en todo el verano», insiste. «Seguramente haré escapadas todos los fines de semana. No serán vacaciones de coger el avión e ir a tumbarte en la toalla, sino planes de ir a pasar el fin de semana a Zarautz con las amigas...», propone como ejemplo. Ella aún no sabe cuándo empezarán la pretemporada, porque el inicio de la Liga no está claro, por lo que no tiene ningún plan cerrado. Aunque es seguro que estará «por aquí».

Aprovechará los días para ir al monte Uzturre, «justo al lado de casa» y que «es un monte que me gusta mucho». «Con los amigos o mi hermana, solemos subir pronto por la mañana para que no haga mucho calor y luego vamos a la playa. De Tolosa a Donostia no hay nada», describe uno de los planes habituales. Playa y monte, «aprovechando al máximo el día». Y asume que el aforo limitado, como el de los bares, son medidas que hay que seguir hasta que esto termine. «Como con la mascarilla, que se ha convertido en el móvil, tienes que llevarla a todos lados», recuerda.

A pesar de las las medidas que se mantienen, el mayor cambio para la futbolista van a ser los viajes. «Este año tenía Mundial con la selección en agosto y al final se ha atrasado. Seguramente se celebrará en enero. Es mejor no salir de España este verano, sobre todo nosotras que somos deportistas de élite, mejor prevenir que no lamentarse después».

David de Jorge | Cocinero

«No me suelo mover a ningún lado y este año menos todavía»

David de Jorge, turista sin salir de casa. Lobo Altuna

David de Jorge, fiel a su espíritu de 'disfrutón', ante la pregunta de cuáles son sus planes para este verano post-coronavirus, simplemente se viste de guiri. «Este año seremos nosotros los turistas en nuestra propia tierra», bromea y hace referencia a que estas semanas la gente que puebla las calles somos los propios guipuzcoanos, si acaso algún navarro y vizcaíno. «Todos nos enfrentamos a una Gipuzkoa distinta a la del año pasado», reflexiona, «reservas en los restaurantes seguirá habiendo, pero faltarán los turistas que llevaban muchos años visitándonos».

Esa es para él la mayor diferencia de este verano invadido por el Covid. Esa y que «a muchos les va a tocar descubrir, aunque sea por obligación, que vivimos en un paraíso. Y no solo por paisaje, también por cultura, gastronomía y manera de ser». Para ellos, aconseja recuperar el espíritu infantil que tenían hace unas décadas.

El cocinero trae a la memoria los viajes que hacía a Elizondo cuando era niño. «Aquello me parecía como ir a Nueva York. El viaje se me hacía eterno, teníamos que parar veinte veces a vomitar porque nos mareábamos. Íbamos con mucha ilusión y cuando se acababan las vacaciones y teníamos que volver a casa, veníamos con una tristeza increíble». Cree que la actitud que tenemos que tener de adultos es la misma. «Sobre todo porque últimamente hemos estado viviendo muy alocadamente. Parecía que si no íbamos a las Seychelles de viaje no teníamos vacaciones», evidencia. Disfrutar de la vida, porque «cuando menos te lo esperas te atropella el autobús».

Muchas veces para sacarle provecho, recuerda que basta con divertirse y pasarlo bien recibiendo a amigos en casa. Él lo hace. «Siempre tengo la nevera llena y el congelador con hielos, el jardín y la parrilla hacen el resto», comenta. «Días en los que empalmas la comida con la merienda y luego con la cena» son de los días buenos de verano para el cocinero. ¿Pero después de tres meses encerrados, sigue teniendo ganas de estar en casa? «Sí», responde. «Estos meses han sido duros porque no se ha podido estar con la gente que quieres, tanto del entorno laboral como del familiar».

Después de la «cuarentena afectiva», «lo que intentaremos este verano será recuperar el tiempo perdido», comenta. «Lo aprovecharemos para hacer lo que no hemos hecho estos meses: trabajar». Y también «vacaciones cortitas para disfrutar del entorno, porque vivimos en un sitio que es un paraíso», insiste. «No me suelo mover a ningún lado en verano y este año menos». Lo prudente ahora, opina, «es quedarnos en el entorno y disfrutar por aquí».

Xabi Oroz | Jugador de Gipuzkoa Basket

«Monte y playa, aquí tenemos todo cerca»

Xabi Oroz pasará el verano en Azkoitia. Michelena

Estar con los amigos en la playa o en el monte es de los planes preferidos del jugador del Gipuzkoa Basket Xabi Oroz. El escolta no se complica mucho a la hora de planificar sus días de verano, que no se verán muy «afectados» por el coronavirus, porque en realidad «no tenía ningún plan en concreto». Como a muchos, le gusta disfrutar de los fines de semana largos o puentes festivos que se improvisan en el último momento.

Son escapadas, aunque breves, que Oroz agradece durante todo el año. «Fuera de España no suelo ir, pero un fin de semana a Jaca, por ejemplo, a subir algún pico sí que me voy». Aún así, este verano Oroz tiene planeado un viaje a Portugal con los amigos de la universidad, «como cada día cambian tanto las cosas pues nunca se sabe». Añade que todavía no se le ha cancelado ningún viaje, y espera que no lo hagan.

Cuenta que le gusta «mucho ir al monte» y que durante la cuarentena, cuando ya se podía salir a dar paseos, salió bastante. «Cerca de casa tengo rutas de montaña que se podían hacer en el rato que teníamos permitido salir. Antes me gustaba y ahora le he cogido más gusto», concreta. Aunque entre playa y monte, como sucede muchas veces, el escolta del Gipuzkoa Basket no puede elegir. Y por qué hacerlo, dice, «aquí tenemos todo cerca».

Sí que ite que los días en el mar cambiarán un poco estos meses de julio y agosto, sobre todo por el aforo, pero no le da mayor importancia. «Intentaremos ir a playas que no se quedan tan cortas o pequeñas con la marea alta, porque si no te quedas casi sin arena y es muy difícil mantener las distancias», ofrece su solución, ante las aglomeraciones que se prevén en días de sol y calor.

Así es como se le presenta el verano que el azkoitiarra coge con ganas, y que consistirá básicamente en «estar con los amigos, en la playa y en el monte y hacer algo de deporte con ellos». «Siempre con un poco de competitividad», confiesa el jugador de baloncesto. «Y luego ir a cenar. Mejor por algún merendero en plena naturaleza, desde el que se vea el mar». «Cosas básicas», describe, «con las que es fácil desconectar un poco de todo».

Ir más a la cancha

Viajes de ocio sí que tenía planeados, visitar otras ciudades para jugar a baloncesto, no. Y eso es de las únicas cosas que echará de menos este verano, no haber podido entrenar más en la cancha. Pero lo entiende porque «hay que tomar precaución», por mucho que le gustaría ir «más veces y que estuviera más accesible». Por lo que se dedica a hacer más físico, sobre todo en su casa, y ejercicio al aire libre, más que lanzar canastas. ite que si fuera por él estaría entrenando más, pero los polideportivos tienen todavía una horario reducido.

Todavía no sabe «cómo va a ser el verano», no cree que el coronavirus o esta 'nueva normalidad' vaya a cambiar sus planes. «Aquí está todo volviendo a la normalidad», dice refiriéndose a su localidad. «No estoy haciendo cosas muy diferentes a las que hacía antes».

Luisa Etxenike | Escritora

«Siempre he sido una estupenda veraneante en mi propia ciudad»

Luisa Etxenike disfruta con sus paseos, cenas o conciertos en Donostia. Juantxo Lusa

Un buen día de verano para la escritora donostiarra Luisa Etxenike empieza por «un gran paseo y un baño en el mar». Y termina con una cena en el Muelle: «Un pescado rico en alguno de los restaurantes acompañada de personas a las que quiero y de nuevo otro paseo nocturno para volver a casa». Y todo en un marco «sin prisas, ni preocupaciones». «Despertarte y decidir que hoy es un día para la sorpresa, sin planificaciones. Eso sería una cosa ideal del verano: el espacio para que tu ciudad te sorprenda».

¿Se refiere a San Sebastián? «Me gusta mucho viajar, pero no lo asocio al ocio veraniego. Esas cosas que hacen los turistas en la ciudades de verano yo las hago en San Sebastián, nunca con el extranjero», dice Etxenike. «Salir de la playa y comprarte un helado o un concierto al aire libre. Y en ese sentido, soy una estupenda veraneante en mi ciudad».

Por eso, «en términos de movilidad no va a ser un verano muy diferente para mí», cuenta la escritora. «Viajo mucho durante todo el año, aunque este ha sido evidentemente particular. Normalmente julio y agosto me quedo en San Sebastián. La ciudad en verano es agradable si sabes sortear las zonas más frecuentadas, pero somos donostiarras y conocemos algunos txokos».

¿Va a ser un verano como los demás? «No». «Además de que el espacio todavía está restringido, el peso de toda la tragedia nos va a seguir acompañando». Con todo, Etxenike mira al verano como una nueva oportunidad para «redescubrir la ciudad». Recuerda que cuando empezó a salir a la calle en los meses de confinamiento «miraba todo con una atención de recién nacida, con ojos ávidos y agradecidos de poder recuperar la sensación de libertad y la belleza de nuestra ciudad». Se muestra esperanzada y espera que «ese nuevo o que la ciudad va a hacer con los donostiarras sea irreversible». A pesar de todo, la situación «brinda una oportunidad para hacer una reflexión sobre el turismo. Creo que es una ocasión para hacer compatible el turismo como fuente de negocio, sin impedirnos estar en nuestra ciudad con aquello que también nos importa y nos pertenece. Pienso que incluso los que más viven del turismo tienen una oportunidad para establecer una nueva relación con sus convecinos y conquistarlos otra vez».

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