Son niñas aunque su tocador diga lo contrario y ya hablan de rutinas faciales. La nueva obsesión de las adolescentes por el cuidado de la ... piel ('skincare') con cosméticos para adultos que contienen vitaminas, ácido hialurónico, retinol... ha puesto en el foco la idoneidad de este tipo de productos sobre las pieles más jóvenes.
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No hay más que echar un vistazo por las redes sociales, plagadas de vídeos de menores, algunas no alcanzan los 12 años, en los que aparecen frente al espejo aplicándose todo tipo de cosméticos, desde tónicos y mascarillas, hasta iluminadores, sin ningún filtro e incluso realizan recomendaciones a sus seguidores. Algunas de ellas tienen miles, alentadas además por sus padres, y se copian de influencers adultas, a las que siguen. De hecho, el sector de la belleza es uno de los más consumidos en plataformas como TikTok y sorprende ver cómo cada vez más niñas crean sus contenidos de belleza. También en tiendas de cosmética cada vez es más habitual encontrar a niñas de entre 10 y 12 años buscando y comprando productos cosméticos. ¿Un simple entretenimiento o la presión estética comienza a enseñar las zarpas?
Lo cierto es que, más allá de las posibles consecuencias en la piel, la adicción de las niñas y adolescentes a la compra y uso de cosméticos, denominada 'cosmeticorexia', puede acarrear desde problemas de autoestima hasta ansiedad o frustración, tal y como alertan los expertos.
«Las imágenes de las famosas en redes sociales no son reales». Es lo que se hartan de explicar hasta la saciedad los dermatólogos cuando preadolescentes y adolescentes acuden a la consulta en busca de «una piel perfecta que ven en las revistas y no es real», enfatiza el dermatólogo José Ignacio Aristondo, si bien aclara que la denominación de 'cosmeticorexia' «se ha sobredimensionado y es una palabra moderna que en las revistas de dermatología profesionales no aparece siquiera todavía».
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No obstante, alerta sobre las consecuencias psicológicas de estas prácticas. «Yo a mis pacientes les explico que toda esa gente famosa también tiene granos en la cara e imperfecciones. Y todo el tema de las rutinas de la piel también se ve en la consulta. Recuerdo a una paciente que su rutina era frotarse la cara con cubitos de hielo, que vio en redes sociales y foros claro, y al final del día se aplicaba piedras de jade en la cara durante un largo rato. Nunca había visto la utilidad de estas cosas en 40 años de profesión», ironiza.
Por otro lado, las redes sociales se convierten muchas veces en una consulta cuando se tiene una duda cosmética o dermatológica. Sin embargo, en ocasiones quien la resuelve no es un profesional. Aristondo comenta que «hace 4 años, en pandemia, surgió el 'boom' de las influencers y tienen mucha responsabilidad en lo que está sucediendo», teniendo en cuenta que son el gancho principal de las marcas para captar la atención de un público cada vez más joven. «Porque lo que dicen las Kardashian va a misa. Pero ¿quiénes son? Gente sin ningún tipo de preparación. Las influencers y youtubers empezaron aquello como un juego y al final ven que da dinero y la industria cosmética es capaz de mover indirectamente lo que quiera. Entre los adolescentes, dependiendo la autoestima que tenga cada uno, quien se considera feo, con la nariz torcida o los ojos más hundidos son carne de este tipo de cosas», comenta Aristondo.
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A las farmacias también empieza a llegar la preocupación de madres y padres al ver cómo sus hijas utilizan productos indicados para pieles maduras. La farmacéutica Myriam de la Cuesta comenta que «me han venido madres pidiéndome consejo sobre un determinado producto que su hija, de 12 años, quiere que le compre. Son sobre todo hidratantes con vitaminas o rutinas completas con un montón de pasos y con un montón de productos para cuidar la piel como un sérum, después una crema hidratante, etc. que creo que a esas edades no se necesita». Aunque, «obviamente puede haber tratamientos específicos de alguna patología en concreto que ha aflorado». A juicio de esta farmacéutica, las niñas a tan temprana edad no deberían usar productos cosméticos. «Hasta la llegada de la pubertad, la recomendación es mantener la piel limpia, con el propio gel corporal y de rostro con un Ph idóneo, y además de un fotoprotector de 50».
En este sentido afirma que «no hay que banalizar el uso de los cosméticos», y «obviamente preocupa ver todos esos vídeos. Da vértigo lo autoexigentes o mal que se pueden llegar a sentir. Se están castigando a ellos mismos un montón», comenta De la Cuesta, que incide en la educación. «Debemos enseñarles a que se cuiden con sentido común para que lo hagan bien. Hay que evitar el retinol, los glicólicos, vitamina C, despigmentantes... A partir de los 12-13 años ya tenemos una piel más adolescente y con una actividad de la glándula sebácea más desarrollada pero aún la función barrera puede no estar consolidada», advierte.
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