La línea 'sport chic' se adueña de las calles

Las tendencias evolucionan a medida que pasan los años, pero lo que no cambia es la prevalencia de la libertad y la necesidad de sentirnos confortables. Esta es una de las características principales del estilo 'sport chic', transcendiendo del ámbito deportivo para convertirse en una corriente absolutamente dominante en el universo de la moda. Lo que arrancó como una necesidad estacional tras la explosión de la pandemia, se ha consolidado como una opción apetecible. Sin duda alguna, de entre todos los estilos de vestir, este se perfila como una de las tendencias más influyentes, fusionando confort, funcionalidad y vanguardismo.

El estilo 'sporty' nace en la década de los 80, con la cultura del culto al cuerpo y el auge de prendas como los archiconocidos 'leggins' y chándal. Más allá de las pasarelas, los largometrajes y las series se convierten en auténticos escaparates de una especie de «religión» que coloniza todos los ambientes y 'targets'. Nadie se resiste a los encantos de un estilo que rompe las desigualdades estilísticas existentes hasta la fecha.

A diferencia del estilo clásico, esta estética se basa en utilizar las prendas deportivas del momento combinadas con un toque súper 'chic'. La clave reside en escoger todo aquello que a priori se utiliza exclusivamente para realizar ejercicio, pero que, combinándolo de la forma adecuada, puede formar parte de los 'outfits' diarios. En esta ecuación, las sudaderas y las 'blazers' componen un tándem perfecto aunque a mucha gente le siga chocando dicha mezcla, así como el 'mix' de una camisa 'oversize' y una 'bomber'.

Las mallas y los 'joggers' también siguen presentes, confeccionados con tejidos técnicos y detalles de diseño. Podemos ver cómo el estilo 'working' sabe incluirlos, siendo una de las opciones más recurrentes para combinar con camisas blancas masculinas y salones clásicos. En cuanto a las camisetas y 'tops', los básicos lisos, monocromáticos y funcionales triunfan sobre el resto.

¿Conclusión? La clave del éxito consiste en elegir una o dos prendas 'sport' y combinarlas con el resto de la línea más elegante. Utilizar piezas minimalistas con colores neutros para no pasarnos y dar sencillez también a los complementos es fundamental en todo este recorrido.

A pocas horas para el arranque de la carrera popular más esperada del año y con la misión de afrontar lo mejor posible los veinte kilómetros más deseados por miles de corredores, el pantalón corto se convertirá en el mejor aliado y siempre sin tener miedo a jugar y a sorprender con la paleta de colores. Atrás quedaron aquellos años en los que el negro imperaba en la indumentaria. A más tonalidades, más confianza.

Para adquirir el equipamiento adecuado y lograr el estilismo más acertado, muchas corredoras apuestan por 'tops' ceñidos junto a una especie de impermeable del que se desprenden antes de salir en caso de viento o lluvia. Además, los calcetines térmicos por encima de la rodilla son una opción perfecta y, por supuesto, la camiseta de la Behobia-San Sebastián junto a unas buenas deportivas para volar sobre el asfalto.

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