Empate a casi todo (o casi nada)

Ante la disposición elegida por Imanol, el entrenador del Rayo, Francisco, decidió hacer de espejo. Fue una sorpresa para él, pero reaccionó enseguida y colocó al Pacha Espino como central para ponerse uno contra uno y a ganar duelos. Si todo el mundo gana el suyo, no pasa nada, y así sucedió. En el minuto 30 se lesionó Zakharyan. No termino de ver a ese futbolista del que hablan. No sé si porque él no está acostumbrado al ritmo de la competición o si por ser tan joven se le hace grande. No se le puede negar el esfuerzo. Entró Brais y pensé que podría empezar a fluir el juego de ataque y veíamos algo más, pero vimos poco.

Noticias relacionadas

Crónica Real Sociedad - Rayo Vallecano

Pesaron las bajas y el cansancio

Calienta, que sales

Así ha sido la restransmisión con los periodistas de DV

«Pocas fuerzas, muchas bajas y un punto más. Toca seguir»

La mejor jugada fue una salida desde atrás con centro lateral que acabó en córner en el minuto 44. Fue una jugada bien hilvanada, pero ante un Rayo que lucha por alejarse del descenso y en casa se queda escaso. Luego, un disparo de Zubimendi y nada más.

En el segundo tiempo Imanol se dio cuenta de que así no íbamos a ninguna parte y a la hora de partido cambió al personal de ataque. Con la entrada de Oyarzabal y Becker parecía que había más chispa, relampagueo y velocidad, pero se quedó en un espejismo. Duró del minuto 60 al 75. En el 80, Pacheco firmó el tackle del partido frente a De Frutos y unos minutos después Le Normand sufrió una lesión muscular. Es un jugador vital para Imanol. A partir del 80, el Rayo se echó para atrás y se lesionó su portero, pero no probamos a ver si estaba bien o no.

Con la defensa de cinco, todos los automatismos creados con el 4-3-3 habitual no se han visto. Y con el cambio de personal, con la inclusión de los jóvenes, tampoco. Vengo diciendo que se nota mucho la diferencia entre titulares y suplentes. Los cambios hay que hacerlos por obligación, no queda más remedio, pero lo cierto es que se nota mucho. El equipo está justo, lo que es perfectamente entendible por la carga de partidos, la exigencia y la plaga de lesiones, que limita las opciones de Imanol para oxigenar las piernas de sus futbolistas. Pero queda mucho y muy importante y hay que seguir.

El partido concluyó con cero tiros a puerta del Rayo y la Real, con muy poquito más. Creo que hay que pedirle más porque jugaba en casa y es un equipo que pelea por estar arriba en la clasificación. El equipo nota muchísimo la baja de jugadores importantes.

El resumen del partido contra el Rayo, para mí, está claro: empate a casi todo (o casi nada).