Euskadi apela a «su propia hoja de ruta» y descarta limitar el móvil en los colegios

En cualquier caso, el País Vasco «tiene su propia hoja de ruta», detallado en un plan digital, y cada centro decide cómo regula los dispositivos móviles. Si el departamento decidiera establecer unas «orientaciones» para los colegios, «serán consensuadas con la comunidad educativa», explicó este jueves Begoña Pedrosa, viceconsejera de Educación. «Las comunicaremos cuando las tengamos», dijo.

El ministerio ha citado para enero a las comunidades autónomas (que tienen la competencia en esta materia) para tratar de consensuar una postura en un tema que preocupa a la comunidad educativa y a las familias. Euskadi acudirá a esa reunión, «teniendo en cuenta que tenemos nuestra propia estrategia y que llevamos más de un año trabajando el uso responsable y ético de la tecnología en el ámbito educativo», abundó Pedrosa.

La dirigente nacionalista reconoció que el tema de las pantallas es un asunto que «nos ocupa y nos preocupa». No obstante, por el momento se descarta unirse al grupo de comunidades autónomas que se plantean regular el uso del móvil en el recinto escolar. La última ha sido Cataluña, pero los gobiernos de Cantabria y Andalucía, entre otros, también apuntan en esa dirección. En España sólo Castilla-La Mancha, Galicia y Madrid tienen prohibido los dispositivos en los colegios.

La postura del departamento de Educación del Gobierno vasco «será consensuada con la comunidad educativa», insistió Pedrosa, aunque no concretó de qué manera. En Cataluña, por ejemplo, ha sido el Consejo Escolar, máximo órgano representativo de la comunidad educativa, quien ha pedido a la consejería que establezca una normativa común. «Haremos lo que tengamos que hacer para acompañar y orientar» a los colegios, afirmó la viceconsejera vasca. «El objetivo es que el alumnado sepa tomar decisiones de manera responsable» y, para ello, «los centros están siendo formados en cómo utilizar la tecnología al servicio de la pedagogía». En todo caso, Pedrosa recordó que «aquí las familias también tienen su rol». «Una cosa es qué hacemos los centros, pero como sociedad tenemos que preguntarnos qué ocurre cuando los alumnos salen del centro».

Pese a las palabras de Pedrosa, el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, valoró también este jueves de forma positiva la propuesta del ministerio de Educación de prohibir el uso de móviles en colegios e institutos de todo el Estado. «Estaría bien establecer unos mínimos comunes», itió.

El líder jeltzale considera que como sociedad hay que hacer una reflexión profunda, además de entre la comunidad educativa y los padres. Erkoreka reconoció que una prohibición de los móviles en las aulas y de un mayor control por padres y profesores ayudaría en la persecución de los delitos que se dan a través de los dispositivos electrónicos. «Los delitos relacionados con internet son los que más están creciendo, las estafas tradicionales prácticamente han desaparecido, pero las relacionadas con las nuevas tecnologías han aumentado de una manera exponencial».

«Estamos hablando de delitos muy perjudiciales para los menores», como los que se han conocido recientemente de los chat pornográficos en numerosos colegios de Gipuzkoa. «No es fácil hacer un seguimiento de estos delitos, sobre todo conocer el origen, pero si este trabajo de la Ertzaintza tiene un respaldo de los padres y de los profesores, atajarlos puede ser más sencillo», afirmó Erkoreka en una entrevista en Bizkaia Irratia.

Por lo general, la comunidad educativa estatal apoya un pacto estatal para restringir el móvil en los coles. Rosa Rocha, miembro de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (Fedadi) y profesora, ha tenido que requisar móviles a muchos estudiantes. La mayoría ha entregado sus dispositivos sin problemas, pero ha tenido alumnos «que no te puedes ni imaginar sus reacciones».

Describe casos de ataques de histeria, de crisis de ansiedad, de llantos y de agresividad. «El móvil forma parte de su piel, es como si les arrancaras algo», ilustra la experta. «Además», añade, «hay padres que aún te cuestionan por qué su hijo no puede usar el móvil», un asunto que en comunidades como Madrid se zanja legalmente, ya que hay un decreto que desde 2019 prohibe el uso recreativo del móvil en las aulas. Esa norma les ha ahorrado muchas discusiones. «Es bueno tener una norma superior que respalde a los profesores. Es preferible que las familias y los chicos sepan lo que hay», asegura.