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Las infecciones de transmisión sexual (ITS) continúan al alza en Euskadi, con la gonorrea y la clamidia a la cabeza de las enfermedades más extendidas, ... especialmente entre la población menor de 25 años. Osakidetza ha alertado en las últimas horas que estas patologías se han «disparado» desde 2020 y que se están convirtiendo en un problema de salud pública a nivel mundial. Concretamente los casos de la infección gonocócica se han triplicado desde el confinamiento, mientras que los de clamidia se han duplicado también desde entonces.
El pasado año, las consultas específicas de infecciones de transmisión sexual de Osakidetza diagnosticaron 1.484 casos de infección por clamidia y 1.109 de gonorrea, según se recoge en la Memoria del Plan del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) correspondiente a 2023 que el Departamento de Salud ha dado a conocer este lunes. El Servicio Vasco de Salud también detectó 274 casos de sífilis. «A la vista de este informe, aunque las tasas de infección por clamidia e infección gonocócica venían experimentando un aumento progresivo en los últimos años, es a partir del año 2021 cuando se han disparado», reconoce el propio informe.
En el caso de la primera enfermedad de transmisión sexual, su incidencia ha crecido desde los 57,55 casos por 100.000 habitantes en 2020 a los 106,93 del pasado año. La tendencia es similar en las otras dos infecciones, con la gonorrea creciendo de los 27,55 casos a los 79,07 y la sífilis de los 11,46 a los 14,48 casos por cada 100.000 habitantes.
Salud añade que es la población menor de 25 años donde más infecciones se están detectando. Hasta tal punto que asegura que aunque las ITS afectan a personas de todo género y edad, estos jóvenes constituyen un grupo «especialmente vulnerable».
Así, en el caso de la clamidia, la tasa es máxima en el grupo de edad de 20 a 24 años (527,98 casos por 100.000 habitantes), seguida de la del grupo de 25 a 34 (408,88 por 100.000). Algo similar ocurre con la gonorrea, con tasas de 361,74 casos por 100.000 en el grupo de 20 a 24 años, y de 297,72 en el de 25 a 34.
Tanto la clamidia como la gonorrea o la sífilis se puede contraer cuando se mantienen relaciones sexuales sin preservativo con una persona que tiene la infección a través de relaciones sexuales, vaginales o sexo oral. En la mayoría de casos los síntomas de las tres enfermedades son similares –aumento del flujo vaginal, secreción en el pene y escozor al orinar– y un elevado porcentaje de las personas que se han contagiado no suelen presentar síntomas, por lo que su detección precoz es fundamental para cortar la cadena de transmisión.
Por ello, desde Osakidetza recuerdan que es importante recibir tratamiento específico tan pronto como sea posible, ya que la infección puede causar complicaciones y graves problemas de salud si no se trata. Habitualmente la prescripción de un antibiótico es suficiente para tratar la infección.
La tendencia al alza es generalizada en todas las infecciones de transmisión sexual durante los últimos años en Euskadi, aunque su incidencia se ha disparado desde la irrupción de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Esto es algo que también se extrapola al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Osakidetza detectó 134 casos de esta enfermedad el pasado año, siete más que en el ejercicio anterior y un 22% más que en 2020. Desde 1997 el Servicio Vasco de Salud ha detectado 4.307 casos de esta enfermedad en Euskadi.
También son más frecuentes todas estas patologías en hombres que en mujeres. Casi ocho de cada diez nuevos casos de VIH corresponden a varones, con una edad media de 36 años. Así las cosas, la transmisión en hombres que tienen sexo con hombres continúa siendo mayoritaria, con un 56,8% del total de los nuevos diagnósticos, mientras que la infección vía heterosexual supone un 34,3%.
A todo ello hay que sumar que casi dos de cada tres nuevas infecciones corresponden a personas originarias de otros países, principalmente latinoamericanas y africanas, que copan más de la mitad de los nuevos casos detectados, según figura en la memoria que ha hecho pública este lunes Salud. En ese informe se alerta también que más de la mitad de las personas que adquirieron el virus de inmunodeficiencia humana tuvieron un diagnóstico tardío.
En este contexto, Osakidetza atendió con tratamientos antirretrovirales a un total de 6.351 pacientes el pasado año (6.214 en 2022) con un gasto de 18.897.090 euros, un 6,7% superior al del año anterior. Además, en noviembre de 2019 puso en marcha el programa de Profilaxis pre-exposición al VIH (PrEP) orientado a personas sanas en situación de alto riesgo de infección por el VIH, a las que se les prescribe un tratamiento preventivo de la infección por VIH (Tenofovir disoproxilo + Emtricitabina). En estos 4 años la cifra de personas tratadas preventivamente con estos medicamentos ha pasado de 237 en 2020 a 981 el pasado año.
Ante esta «compleja realidad», la consejería que encabeza Gotzone Sagardui asegura que la formación en salud sexual «es un eje fundamental» de actuación. Por ello, los departamentos de Salud y Educación ya trabajan conjuntamente en la «renovación y mejora» del programa de educación sexual con la previsión de ponerlo en funcionamiento de cara al próximo curso escolar que arrancará en septiembre.
En este ámbito, el Plan del Sida e ITS de Euskadi ha distribuido en los centros escolares el 'Programa de prevención del VIH, ITS y embarazo no deseado', dirigido a la prevención de los riesgos relacionados con la sexualidad y que durante el presente curso ha contado con la participación de 141 centros educativos (frente a los 115 del anterior), en el que han tomado parte casi 15.000 estudiantes, por los 9.500 del curso precedente.
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