Juanito y Korta, sobre 'El Conquistador': «Somos pareja casi de hecho»

- ¿Qué os dice la mujer cuando volvéis de la Patagonia?

Juanito: A mí lo primero que me pregunta es si la he cagado, porque tengo que cuidar la imagen.

Korta: El año pasado le dije: «Voy a quitar los enchufes en casa para que nadie vea la televisión». Y todo el mundo se agarró la cabeza porque mi familia nunca ha querido que fuera al programa. Pero a la mujer le pareció bien que llorara, dijo que se vio cómo soy.

- ¿Cómo las conquistaron?

Juanito:Yo estoy en la segunda conquista. La convivencia conmigo es muy complicada, paso ocho meses fuera de casa. La mujer con la que vivo y con la que he tenido a Mikel tiene muchísimo aguante.

Korta:Yo conquisté antes que él, y fue un flechazo.

Juanito: Como el flechazo que me diste a mí. Tú y yo somos pareja ya casi de hecho (risas).

Korta: Tendría yo 15 ó 16 años y eran las fiestas de San Martín en Orio. Ella tenía 13 y estaba pintando la puerta de la iglesia, pero no pintaba muy bien. Allí la conocí y luego ya empezamos de novios. Yo iba a misa a las 6.30 de la mañana solo para verla. ¡Lo que me costó aprender el credo!

Juanito:Tu mujer tiene que ser la bendición de Dios todopoderoso.

Korta: Yo le digo que si tiene que echarme que lo haga pronto por si tengo que buscar algo.

Con ella ha tenido Korta tres hijos: «Bien me acuerdo de la primera, la tuvimos recién casados, cómo lloraba la bruja a las tres de la mañana. Con los hijos estás encima como si fueras un entrenador: al colegio, a solfeo, a gimnasia... A los nietos se les disfruta de otra manera». Casi de la edad de los nietos de Korta son los hijos de Juanito: Sanguita, de 7 años y adoptada en Nepal, y Mikel, de 13, que es su «fan número uno». «Es buen estudiante y de premio este verano estuvimos en Nepal haciendo tres «cinco mil quinientos». Con 10 años ya había hecho tres «cuatro miles» en Los Alpes y con 7 subió su primer «tres mil». No me puedo quejar, es el prototipo de niño que quiere el aita. Pero la niña es muy Barbie y no le gusta nada la montaña. ¡Me monta cada expolio!».

Ellos también organizan alguno de vez en cuando, pero se perdonan todo: «José Luis es entrañable, no tiene maldad. Tiene ese pronto que le caracteriza, como me ocurre a mí, pero una vez que le conoces es verdaderamente excelente, no te la va a liar», le agradece Juanito, y dos minutos más tarde se enzarzan en cualquier debate.

Korta: Somos dos pistolas que disparan rápido. Prefiero ir con Juanito que tiene pronto, que no con esos que piensan antes de hablar.

Él no es de esos. Y es un peaje que a veces ha tenido que pagar.

Juanito:Tú eres como un tsunami, arrasas. En Castro tuviste al pueblo dividido.

Korta: Eso no me importa. Lo que me preocupa es que hay gente que antes te pasaba la mano por la espalda y ahora... Yo sigo siendo el mismo. Con rojo o con verde.

Juanito:Excepto por esa pequeña pifia, la del mitin... ¡Que no sabemos donde colocarte!

Le recuerda Juanito entre risas la foto que se hizo con políticos del PNV. «Si una foto mía o el apoyo sirve para que Euskadi vaya mejor me da lo mismo», quita importancia al asunto el otro, porque sabe que Juanito va sin maldad.

Juanito:También fuimos a Ajuria Enea con Patxi López, ¿y qué? ¿Por eso somos socialistas? Tengo ganas de que tengamos un lehendakari de la izquierda abertzale.

Korta:Si lo que hacemos cuando nos llaman es por el bien del pueblo, bien hecho está. Me da igual la bandera.

Pero que no se la jueguen... «Los corruptos se tienen que ir. Aquí pasa como en el antiguo Oeste. El sheriff está pagado por el bandido. Hay mucha gente que ha robado millones y está en la calle. Pues eso no. Devuelve lo que debes y si no, no sales del agujero y no tienes ni comida. También ha habido muchos cobrando el paro y trabajando a la vez», sentencia Korta. Y se enfada de verdad, porque no hay derecho a esto cuando hay «chavales con carrera y sin trabajo». Su hijo, por ejemplo, que anda «de chapuzas». «Y cuando no tiene: «Aita préstame», y es de esos préstamos que no vuelven nunca».

Korta: ¿Oye... y tú sabes si el Rey habrá cotizado alguna vez?

Juanito:Del Rey no me hables.

Korta: Y encima tiene chorizos en la familia. El Urdangarin ha cenado en Navidad a cuenta nuestra.

Juanito: Y encima es de Vitoria.

Korta:: ¿Y qué crees, que en Euskadi no hay chorizos? Hay en todas partes. El bueno dicen que solo lo hacen en Salamanca.

A los dos les tocó ganarse las alubias desde niños porque José Luis dejó de estudiar a los 12 años -«cada tres meses iba un día a la escuela y, claro, luego cobraba en casa»- y Juanito a los 14. Encontró trabajo como electricista, luego fue mecánico y acabó montando una pescadería, «aunque iba poco por allí». Hace 20 años encontró en los ochomiles una pasión y una forma de vida que no es ajena tampoco a la crisis. «He vivido los últimos años de la montaña, de dar conferencias... pero soy autónomo y si te falla algún sponsor...». Y reivindica que lo de la televisión es un extra, no un modo de vida.

- ¿Volverías a «Supervivientes»?

Juanito: Por lo económico.

Korta: Yo pensaba que por ver los culos que viste (risas).

Juanito: Tuve que bandear allí mucho. Estuve 74 días, con la Raquel Bollo, Sofía Cristo... Y estaba una Miss Cantabria que al saltar del helicóptero tuvo un problema con las prótesis de silicona.

Korta:El que te puteó fue el cubano (Nilo Manrique). Si llegamos a estar los dos allí, no escapa.

Luego le llamaron de ETB para participar en «El Conquistador del fin del mundo» «con muchísima menos pasta y, desde luego, ningún culo». No desvelan lo que cobran, pero les cuesta algunos sudores. Korta no pudo tirarse el año pasado desde 20 metros porque la altura le da «respeto» (quién lo diría viéndole hacer la tirolina este año). Y a Juanito se le atragantan las pruebas en el río. «Los deportes de agua me dan auténtico pánico porque tengo otitis crónica y no quiero que me entre agua en el oído. Lo paso fatal, nado mal».

Mejor sobre el terreno llano. Ahí se defienden bien los dos. Korta es un gran aficionado a la bicicleta y antes corría hasta 100 kilómetros de una tacada, y Juanito cogió la bici «a raíz de la amputación de los dedos de los pies». Ahora pedalea a ver si pierde esos 5 kilos que dice que le sobran, pero «no hay manera». «Llevo dieciséis meses sin fumar, lo he conseguido con unas pastillas y no me ha costado nada».

Pasar hambre en la Patagonia le ayuda un poco, porque en sus expediciones no se cuida nada mal. «Cuando vamos a la montaña somos conocidos por la gastronomía. Nunca nos falta el bacalao, y me salen muy bien los arroces».

- ¿Cuándo va a montar a Korta en el avión rumbo a Aconcagua?

Juanito: Ya veis el vocabulario que tiene ¿no? Que cada dos por tres se acuerda de Jesucristo nuestro señor. Pues se monta en el avión y se santigua... ¡cuatro veces!

Como cuando iba a misa a ver a la chavala.