Bahrein repite en hombres y triunfo de la toledana Sánchez-Escribano

Frío, espectaculares cortinas de agua y hasta granizo por momentos, pusieron la épica que no ha existido por potencial deportivo ni por público en unas tribunas desangeladas. El cross donostiarra languidece y la gris mañana acompañaba a la perfección al pobre nivel atlético que los organizadores ofrecen en la antaño catedral del cross. Eso sí, nadie quita la sonrisa a los vencedores en tal venerado escenario. Ganar en Lasarte significa prestigio. Así lo ha debido de ver Hassan Chani, el encargado de que Bahrein, el país que 'compra' a atletas a golpe de talonario, no se baje de lo más alto del podio donostiarra. En los dos últimos años esta bandera ha ondeado en lo más alto con atletas de origen marroquí (Michou en 2017) y etíope (Ayalew en 2018), y hoy Hassan Chani, 30 años, nacido en Marruecos, ha peleado lo suyo para seguir a sus nuevos compatriotas en el reinado de Lasarte.

Chani no era el favorito número uno. El protagonismo era para otro barení de pega, el exkeniano Albert Rop, tercero hace una semana en el cross de Itálica. Pero quizás el cansancio o quizás el apestoso día, el caso es que Rop solo apareció en la primera escapada de la carrera protagonizada por él y por Chani. Después se fue diluyendo ante los constantes ataques del vencedor. Incluso el canario Nassim Hassaous García (Añares Rioja), llegando de atrás, ha protagonizado los más bellos momentos de la prueba. Cedió excesivos metros al principio, después fue a la caza de los dos escapados y tras enlazar, tampoco ha sido capaz de dar respuesta al cambio de ritmo definitivo de Chani. Generoso esfuerzo del español.

Hassaous, canario de nacimiento, puede ser un hombre a tener en cuenta cara al futuro. Ha dado un rendimiento sensacional. Y parecía que el barro no le beneficiaba. Nacido en Las Palmas, a los 3 años ya vivía en Tudela -se considera muy navarro-, y en los últimos años se ha afincado en Valladolid donde comenzó los estudios de Historia y está alcanzando un notable nivel gracias a su entrenador Uriel Reguero, técnico de Saúl Ordóñez, entre otros. Hassaous ha sido segundo, a menos de 20 segundos del vencedor, y superando con comodidad a Rop. Fernando Carro y el etíope Tesfaye Deriba han completado el quinteto de honor.

La carrera femenina ha sufrido poderosas rachas de viento y una lluvia que caía como pocas veces se ha visto en este cross. Las valientes participantes de la prueba senior han marcado lógicamente ritmos lentos. En el cartel de 6.000 metros, por ejemplo, la media superaba el 3:50 por kilómetro. En la parte inicial el grupo lo formaban hasta diez unidades. No había ganas de tirar, también lógico. Sin embargo una espigada corredora estaba en el fregado desde el primer metro, la toledana Irene Sánchez-Escribano, pupila de Antonio Serrano, era la más activa. Hasta los dos kilómetros finales ese grupo no se ha estirado. Quedaban las más duras y resistentes. Irene no ha fallado en un sprint prolongado de kilómetro y medio y tras 32 minutos de carrera, se ha hecho con el triunfo. Una española no ganaba en el circuito desde 2011 con Nuria Fernández. La subcampeona de España además se llevaba a Toledo la txapela, como lo hiciera José Luis González en 1981, hace 38 años.

En esta carrera no hubo presencia de atletas africanas, la poca 'internacionalidad' la ponía la argentina Belén Casetta, tercera, por detrás de una atleta prometedora, la palestina Carla Gallardo, 19 años, que pelea en mundiales y europeos a alto nivel. En su palmarés figuran un séptimo puesto en el Mundial y un sexto en el Europeo de cross. El segundo puesto de hoy tiene un gran valor.