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Saludo entre Ancelotti y Flick tras el clásico liguero del Bernabéu, que inició el cambio de ciclo. EP
Liga 2024-25

La explosión azulgrana precipita el cambio de ciclo en una Liga inesperada

El Barça pasa de la depresión del final de la era Xavi al éxtasis con Flick para superar a un Real Madrid que defendía el título con el galáctico refuerzo de Mbappé

Lunes, 26 de mayo 2025, 16:16

La Liga 2024-25 pasará a la historia como un inesperado cambio de guardia en el que el Barcelona de Hansi Flick arrebató al crepuscular Real Madrid de Carlo Ancelotti el dominio del fútbol español. Nadie esperaba en agosto que el conjunto azulgrana, marcado por los achaques económicos de una entidad sumida en el marasmo financiero y con Dani Olmo y el canterano Pau Víctor como únicos refuerzos, iba a ser capaz de superar con meridiana claridad a su eterno rival.

El cuadro de Chamartín, campeón de Liga y Champions en la temporada 2023-24, unía a su pléyade de estrellas la deseada carta de Kylian Mbappé, anhelado fichaje durante siete largos años de periplo del astro de Bondy en el PSG. Todo parecía idílico para el equipo blanco hasta que el balón echó a rodar, pues la primera jornada de Liga ya marcó una pauta a seguir durante todo el campeonato.

El Barça comenzó la Liga como un tiro, con victoria en Mestalla, primeras pinceladas de la máquina ofensiva bien engrasada por Flick y una buena dosis de cantera con sello de la Masia. Mientras, el Real Madrid no pasó del empate en Mallorca, pero sobre todo ofreció los primeros síntomas de esa alarmante falta de equilibrio que Ancelotti aseguró haber detectado a las primeras de cambio aunque no pudo corregir a lo largo de todo el curso.

La falta de creación en el centro del campo tras la trascendental retirada de Toni Kroos, la plaga de bajas en defensa y una clamorosa ausencia de compromiso colectivo han sido problemas recurrentes del Madrid, superado ya en los compases iniciales del campeonato por el extraordinario comienzo del Barça.

El conjunto azulgrana fue capaz de acumular once victorias en sus primeros doce encuentros ligueros, incluida la goleada en el Santiago Bernabéu, primer golpe encima de la mesa de un bloque hegemónico esta campaña en España, que ha golpeado sin misericordia a través del poderío ofensivo del tridente formado por Raphinha, Lewandowski y el deslumbrante Lamine Yamal.

El Barça concluyó la duodécima jornada seis puntos por encima del Real Madrid y con hasta diez de ventaja respecto al Atlético. Nada hacía presagiar el desplome azulgrana en las siguientes ocho fechas, en otro giro de guion. Entre noviembre y diciembre el equipo de Flick sumó 6 de 24 puntos posibles, entregó el simbólico campeonato de invierno al Atlético y se situó a siete puntos de los colchoneros y a cinco de los blancos tras la primera entrega de la segunda vuelta.

A partir de ahí llegó la mejor versión del Barça, una máquina capaz de anotarse 15 victorias en 16 jornadas y 46 de 48 puntos en juego hasta entonar el alirón en el feudo del Espanyol, gran rival ciudadano, justo después de llevarse el segundo clásico liguero de la campaña en Montjuic (4-3). Ese duelo en la Ciudad Condal, marcado por un 'hat-trick' de Mbappé, demostró que el francés, pese a los 31 tantos que le han dado el Pichichi y la Bota de Oro, ha estado muy solo.

El fichaje más esperado se impuso a Lewandowski en el duelo de realizadores. Enfrente, entre los que evitan los goles, Oblak pasó a la historia con su sexto Trofeo Zamora. El galardón al mejor portero no evitó el agridulce sabor de boca final para el Atlético, otra vez tercero en discordia pese a la irrupción de Julián Álvarez. El conjunto colchonero cumplió pero su liderato invernal invitaba a pensar que estaría mucho más cerca de la lucha por el campeonato, de la que se descabalgó en la segunda vuelta lastrado por un bajo rendimiento a domicilio.

El Athletic, una roca

Completan la zona de Champions dos equipos muy meritorios, el Athletic de Ernesto Valverde, tan fiable merced al excelente comportamiento defensivo que le convirtió en el conjunto menos goleado, y el Villarreal, un bloque perfectamente dirigido por Marcelino que ha acabado al alza hasta alcanzar los setenta puntos.

El Betis, contagiado por el duende de Isco y Antony, el mejor fichaje invernal en mucho tiempo, se vio frenado en las últimas jornadas por el esfuerzo en la Conference League, pero sube un escalón en el Viejo Continente con su futuro concurso en la Europa League. Le acompañará en la segunda competición europea el Celta del incombustible Iago Aspas, que con Claudio Giráldez, un hombre de la casa en el banquillo, encontró al fin la tecla para dar un paso adelante.

El Sevilla de los líos

Completa el cuadro de honor la hazaña del Rayo Vallecano. Un cuarto de siglo después, el conjunto de la franja volverá a pasear el orgullo de barrio por Europa. Se impuso el cuadro de Iñigo Pérez a otro conjunto meritorio, Osasuna, por delante de esa zona media en la que se cruzan sensaciones encontradas como la decepción de la Real Sociedad en el adiós de Imanol y el alivio del Valencia, reanimado por la llegada de Corberán al banquillo en un curso que amenazaba con derribo che.

Getafe, Espanyol, Alavés, el Sevilla de los líos o un Girona en plena resaca de Champions salvaron los muebles con el objetivo más acuciante que existe en el fútbol, la permanencia. No lograron la salvación el Leganés, que cayó a Segunda con las botas puestas, Las Palmas y el Valladolid. Una campaña blanquivioleta de pesadilla, que concluye con la venta de la entidad por parte de Ronaldo, por la puerta de atrás, deja al equipo castellano solo tres puntos por encima del peor registro histórico en la máxima categoría.

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