Fábricas inteligentes, coches inteligentes, pantanos inteligentes

El centro tecnológico Vicomtech es uno de los más veteranos del parque tecnológico de Miramon, en San Sebastián. Especializado en Inteligencia Artificial y lo que se conoce como 'Visual Computing & Interaction', el organismo ejerce esa doble labor de los del 'Basque Research & Technology Alliance', que consiste en «investigar primero para generar conocimiento y, después, aplicarlo en la vida real, sobre todo en las empresas».

«En realidad son la I y la D del I+D. La una sin la otra no tienen sentido», explica Igor García, director de la división de Industria, Energía y Sostenibilidad del centro, quien en un somero repaso de todo lo que hace el organismo pone varios ejemplos de ese aterrizaje de la ciencia en la realidad más cercana.

Por ejemplo, Vicomtech se encarga de que los miles y miles de piezas que producen algunas de nuestras empresas más señeras no tengan el más mínimo fallo. «Es la fábrica inteligente», apunta para detallar que sus sistemas (cámaras, luces e IA especialmente entrenada) permiten analizar, por ejemplo, las medidas, las propiedades mecánicas, la calidad o el estado de la superficie de esas piezas. No se iten errores.

De la misma forma (más de uno habrá visto circular el prototipo por el parque empresarial), el centro desarrolla soluciones para los coches autónomos. «Cámaras, sensores y tecnología propia para saber si lo que cruza la calle es un perro, una bolsa de plástico o una persona, y saber qué hacer en cada momento», resume García.

Otro de los ejemplos más llamativos es un proyecto que Vicomtech ha desarrollado con varios socios para gestionar todo el funcionamiento de la Confederación Hidrográfica del Segura. «Hemos desarrollado una plataforma de gestión de aguas muy completa que controla acuíferos, presas, pantanos o meteorología, y que permite predecir incluso la demanda que habrá en los próximos días. El agua allí es un bien escaso, muchas peticiones (ciudades, agricultores, turismo...), pues cada uno tiene sus derechos, y poco recurso», explica García.

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