EH Bildu presentará una enmienda a la totalidad a la reforma fiscal y complica la vía del acuerdo

La portavoz en el Parlamento Vasco de EH Bildu, ha hecho «un llamamiento a PNV y PSE para que valoren la oportunidad que les ofrecemos. Esta es una invitación a corregir la improvisación y falta de ambición que hemos presenciado en los últimos meses». Y han querido aclarar que la izquierda independentista «está dispuesta a negociar una reforma fiscal de calado y, si así fuera, a retirar la enmienda a la totalidad». Además, han destacado que los cambios que proponen a la norma supondrían 900 millones de euros más de recaudación en Euskadi.

Este anuncio estrecha, más si cabe, el margen de maniobra para el entente gubernamental PNV-PSE. Los socialistas ya cerraron las puertas hace un par de semanas al PP -partido con el que llegaron a finales de diciembre a un acuerdo presupuestario en Gipuzkoa- para evitar así una foto que les comprometa en Madrid y alejarse así del «modelo Ayuso» que han criticado en los populares vascos. Así, instaron al entendimiento a Elkarrekin Podemos y EH Bildu, pero la enmienda a la totalidad reduce las opciones porque parece complicado que jeltzales y socialistas retiren su proyecto inicial para negociar uno nuevo con la izquierda independentista. Podría ser clave la formación morada, que hasta el momento se ha mostrado muy crítica con la reforma planteada.

La portavoz de Elkarrekin Podemos en las Juntas Generales, Miren Echeveste, cree que la estrategia de EH Bildu de presentar una enmienda a la totalidad pero también enmiendas parciales, responde a que la coalición abertzale no se quiere quedar fuera si se produce un acuerdo entre la formación morada, PNV y PSE. Es decir, la izquierda independentista podría retirar la enmienda a la totalidad y negociar las propuestas parciales presentadas para llegar a un acuerdo en clave de izquierdas. «No entendemos la necesidad de pedir un nuevo proyecto porque nosotros estamos cambiando el que ya existe y vamos por el buen camino», ha explicado a este periódico.

PNV y PSE, que además de ser socios de coalición en el Gobierno Vasco también lo son en las tres diputaciones, requieren en Gipuzkoa y Araba de un partido de la oposición para aprobar la reforma al no contar con la mayoría absoluta. Solo la tienen en Bizkaia, donde, previsiblemente, solo saldría adelante si recibe luz verde en los otros dos territorios históricos, para evitar así una desarmonización fiscal.

Según ha explicado Kortajarena en la rueda de prensa que ha ofrecido en la sede de la coalición abertzale en Donostia, la decisión viene dada porque «lo propuesto no es una reforma fiscal, sino un listado de deducciones más efectistas que efectivas, que además reducen nuestra capacidad recaudatoria». «Necesitamos un sector público fuerte y estable, no solo ahora, sino en los próximos años. Y eso solo será posible con un modelo fiscal progresista y equitativo», ha dicho.

La dirigente de la coalición abertzale ha criticado que PNV y PSE «han presentado un ajuste superficial, un simple retoque fiscal que, lejos de abordar los problemas estructurales, se limita a ofrecer deducciones que maquillan la situación sin resolverla de fondo». Y ha recalcado que «esta propuesta de norma está muy lejos de la reforma que exige la coyuntura económica actual». además de recordar que «hasta ahora no ha habido posibilidad de diálogo». Asimismo, ha considerado que el PNV pretendía aprobar la reforma con el PP y que las «desaveniencias» entre los dos socios lo ha evitado.

En esta línea ha criticado que el proyecto económico planteado «no solo es incapaz de lograr un consenso mayoritario para su aprobación, sino que, además de no reformar nada, aumentará la incertidumbre y supondrá una reducción de la recaudación». Para EH Bildu, ha asegurado, «esta situación es preocupante, ya que tendrá un impacto directo en la calidad de los servicios públicos, fundamentales para el bienestar de la ciudadanía, como ya señalaron ayer los alcaldes y alcaldesas de EH Bildu».

Kortajarena también se ha referido a las críticas recibidas ayer por la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, quien acusó a la coalición abertzale de presentar propuestas que suponen «un perjuicio de 160 millones de euros a los recursos públicos de Gipuzkoa». «Ha hecho esas estimaciones antes de tener nuestras enmiendas cuando la reforma fiscal que planteamos tendría un aumento de 900 millones de euros en la recaudación de Euskadi». «Su modelo plantea una reducción en el modelo social, económico y de competitividad», ha criticado.

Por su parte, el líder de la izquierda independentista en el Parlamento Vasco, Pello Otxandiano ha asegurado en su cuenta de X que «si no se hace una profunda reforma fiscal, sufriremos las consecuencias. Están en juego la calidad de los servicios públicos y el modelo social económico para los próximos años». Además, ha asegurado que es «ahora el momento para un debate fiscal de altura es ahora y en EH Bildu estamos dispuestos a abordarlo».

Además de esta enmienda a la totalidad, EH Bildu también ha presentado enmiendas parciales para «abrir el diálogo y debatir sobre los aspectos esenciales que deben abordarse en una verdadera reforma fiscal». Unas propuestas, ha dicho Kortajarena, «para avanzar hacia un sistema fiscal progresista, equitativo y alineado con los países más avanzados de Europa». Entre estas cuestiones ha planteado «eliminar el trato privilegiado de las rentas de capital en el IRPF y acercarlas a la tributación de las rentas del trabajo; introducir una nueva escala para las rentas de capital, como la de Nafarroa, más progresiva que la actual y que evitaría el dumping fiscal entre los territorios vascos o aplicar también en el IRPF la escala vigente en Nafarroa, que es más progresiva que la de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, añadiendo dos tramos adicionales».

También abogan por «cambiar el modelo de aplicación de las deducciones, adoptando un sistema similar al de otros países europeos. Actualmente, muchas ayudas (vivienda, discapacidad, familia) se conceden como deducciones en la declaración de la renta, lo que excluye a quienes tienen rentas más bajas. Proponemos que estas deducciones sean reembolsables para garantizar que también beneficien a quienes tienen ingresos inferiores a 20.000€ anuales» y «garantizar que las grandes empresas tributen una base efectiva sobre sus beneficios, estableciendo una cuota mínima real para evitar que deducciones y exenciones reduzcan drásticamente su aportación fiscal. Esto es clave para sostener la inversión pública en el tejido industrial».

La coalición abertzale también se compromete a «revisar en profundidad el Impuesto de Sociedades en el plazo de un año; implementar un sistema de evaluación continua de las deducciones empresariales para asegurar que realmente cumplen su propósito y no solo reducen la carga fiscal de las empresas» y a «presentar antes de fin de año una reforma del impuesto sobre el patrimonio, con el objetivo de mantener al menos la imposición conjunta del actual Impuesto sobre el patrimonio y el impuesto de solidaridad temporal sobre las grandes fortunas».

Asimismo, apuestan por «atender las recomendaciones del órgano de Igualdad de la Diputación Foral de Gipuzkoa, garantizando la equiparación de la deducción por cuidado de menores entre hombres y mujeres» y «vincular las bonificaciones a los arrendadores a una reducción efectiva del precio del alquiler, asegurando que solo se apliquen si el alquiler se realiza en el marco de un programa público como Bizigune o respetando los precios máximos establecidos por el sistema de referencia».