La salida de Adnan Januzaj deja a la Real Sociedad coja en las bandas

La marcha de Adnan Januzaj abre un nuevo escenario en la planificación deportiva de la Real Sociedad. Sin el belga, el cuadro txuri-urdin pierde al jugador con más desequilibrio en banda, al futbolista con el perfil más regateador de la plantilla y a uno de los responsables de poner en juego las acciones a balón parado. Al club blanquiazul no le ha dado vértigo prescindir de estas habilidades y confía en que entre lo que ya tiene y lo que pueda llegar en forma de refuerzos, Januzaj pase al olvido en un corto espacio de tiempo.

Lo que la Real Sociedad tiene ahora para aliviar la salida del belga está condicionado por el estado físico de dos jugadores. El primer equipo cuenta actualmente con tres hombres de banda: Mikel Oyarzabal, Portu y Ander Barrenetxea. Si bien es cierto que el eibarrés y el donostiarra se encuentran lesionados en estos momentos. Al primero no se le espera hasta el 2023 tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un entrenamiento en Zubieta a mediados de marzo, mientras que el segundo se recupera de una grave lesión muscular en el muslo izquierdo que se la produjo el 2 de enero en la visita al Alavés.

Por tanto, Portu es el único jugador sano ahora mismo en la plantilla que puede desempeñar la misma función que Januzaj. De hecho, el murciano se ha repartido las titularidades con el internacional belga durante los últimos cursos en el costado diestro. Sin embargo, ese cambio de dibujo diseñado por Imanol en la recta final de esta campaña a raíz de la lesión de Oyarzabal ha trastocado esa alternancia entre ambos jugadores que han pasado de ver cómo si jugaba uno no lo hacía el otro a acabar compartiendo los dos suplencias en el banquillo.

Barrenetxea es el jugador de la actual plantilla que más semejanzas guarda con Januzaj, a pesar de que uno sea diestro y el otro, zurdo. El donostiarra también posee esa habilidad de sortear a rivales a través de las fintas y explota mejor sus virtudes jugando a pierna cambiada. El donostiarra no tiene, eso sí, la visión de juego de Januzaj y no ha demostrado tener esa capacidad de dar el último pase al espacio al delantero para terminar la jugada. El juego de Barrenetxea prioriza el desborde y el centro al área, aunque también combina internadas por dentro para acabar finalizando. El canterano dispone de un gran golpeo desde la distancia que se vio en mayor medida durante su etapa en el Sanse. En el primer equipo también se ha podido apreciar esta virtud en los enfrentamientos ante el Eibar y el Barcelona el pasado curso en Anoeta. Además, a favor del donostiarra hay que destacar que se trata de un jugador con mejores condiciones para recibir el balón al espacio, mientras que Januzaj era más dado a que se lo entregaran a los pies.

Oyarzabal, por su parte, es un futbolista de perfil diferente al de Januzaj. El '10' txuri-urdin tiene una mentalidad más asociativa en comparación con el carácter individualista del belga. Oyarzabal, zurdo como Januzaj, también acostumbra a moverse con más asiduidad por dentro, pero sobresale mucho más que el belga a través de ese trabajo oscuro sin balón. No solo en lo referente a las ayudas defensivas, también en los desmarques y arrastres que genera en la parcela ofensiva. Oyarzabal es un extremo con alma de mediapunta e incluso delantero.

Otro capítulo aparte merecen las opciones del Sanse en banda. Ahí aparecen Djouahra, Ander Martín, Alkain... Aparentemente ninguno de ellos entra en los planes de Imanol.

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