Otro año de crispación futbolística

Han pasado muchas cosas desde que la Real ganase merecidamente a la Ponferradina el pasado día 5. Siempre es complicado ganar ese tipo de partidos, pero los de Imanol se lo tomaron muy en serio y consiguieron meterse en octavos de final. Me llamó la atención el 'mix' que planteó Imanol al salir de inicio con un par de extranjeros y muchos jugadores de cantera. Quiero poner en valor los futbolistas foráneos, que normalmente han marcado la diferencia en San Sebastián y además ayudan al crecimiento de los más jóvenes, que necesitan de un tiempo para poder estar a la altura de los jugadores consagrados.

Lo que no ha cambiado nada en este inicio de año es la crispacion que azota al mundo del fútbol. Todo el mundo se queja, pero los equipos grandes más, que son los que más tienen que callar a la hora de hablar de arbitrajes y fichajes. En las últimas semanas hemos constatado como estos grandes clubes buscan artimañas para no seguir las reglas establecidas para inscribir jugadores. También hemos visto y escuchado reacciones a la sanción de Vinicius. Todo el mundo se queja, y la mayoría sin razón.

Mientras tanto, a los equipos más o menos modestos no se les respeta el más mínimo ni con los horarios (véase el calendario de la Real para las próximas semanas) ni los arbitrajes. En definitiva, un desbarajuste total.

Dejando de lado la polémica que rodea día sí y día también al mundo del fútbol, esta noche recibimos a un Villarreal que siempre nos complica la vida, más si cabe aún con este entrenador. Un técnico que sabe defenderse muy bien pero que también tiene grandes futbolistas en ataque y en medio. Qué decir de jugadores como Baena y Parejo, con una larga trayectoria en Primera y mucha calidad en sus piernas. Imanol no podrá contar con Zubeldia, ni con un Sadiq que ha puesto rumbo a Valencia para tratar de salvar la categoría del equipo che. Qué mejor forma de arrancar el año que con una victoria en casa para dejar de lado la crispación futbolística.