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Los partidos en San Mamés son bonitos, de los que gusta jugar, pero solo son bonitos si se ganan. Soy de los que piensa que ... nos viene mejor jugar en San Mamés, donde se generan muchos espacios y hay ocasiones para los dos equipos, que en Anoeta, donde ellos se juntan mucho más. Allí siempre se ven buenos partidos, sobre todo en ataque, porque muchas veces los equipos se olvidan del aspecto defensivo. Es fundamental no despistarse y que sobre todo los extranjeros no caigan en las provocaciones tanto del rival como del público.
Disfrutaremos de muy buenos jugadores sobre el césped por parte de los dos equipos. Los dos Williams tienen verticalidad y desborde como para llegar a línea de fondo para poner centros a Guruzeta, hijo de uno de los nuestros, que me recuerda a un delantero de los de antes. Tiene remate de cabeza, aguanta de espaldas, juega de cara, se faja con los centrales... Todo bien complementado desde la mediapunta por Sancet.
Pese a ello, creo que tenemos un mejor centro del campo, de más calidad y con superioridad de tres contra dos por su doble pivote, mientras que Oyarzabal también suele echar una mano. Por un lado jugará Kubo, que viene de hacer un gran partido ante el Barcelona, mientras que creo que Barrenetxea podría partir con ventaja respecto a Becker. Salga quien salga ambos son letales con espacios y hay que aprovechar las jugadas de ataque que tengamos. Me gustaría centrarme también en Zubeldia y Aguerd, que cada vez van a más. Los dos tienen experiencia suficiente como para defender los balones aéreos del Athletic, aunque tenemos que ser conscientes de que en algún momento ellos podrán asustar cargando el área.
Intuyo que la Real tendrá el balón y la posesión, aunque eso no quiere decir demasiado. Que se lo digan al Barcelona, que perdió en Anoeta con el 70% de posesión ante una Real que pudo marcar tres o cuatro goles más. Ser mejor con balón no siempre implica ganar. Ante el Athletic marqué uno de mis goles más especiales, y aunque los tres puntos valen lo mismo contra ellos que contra el Leganés, vencer siempre es emotivo. Que las apuestas que se pongan en juego caigan del lado de los realistas.
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