¡Cómo sufría en Atocha el Las Palmas!

Allí era otra historia. El Insular era un terreno muy duro en el que el balón botaba mucho y se hacía difícil combinar por abajo. Además, la grada estaba pegada al campo y la afición empujaba mucho. Como anécdota, en ese campo sufrí la primera lesión muscular de mi carrera cuando tenía 29 años. Antes había tenido esquinces y cosas así, pero allí me rompí.

El Las Palmas de hoy en día mantiene esa tradición del fútbol canario de tratar bien el balón y Diego Martínez le ha dado la consistencia que no tuvo en las primeras jornadas de Liga. De ahí que venga en un buen momento y se presente como un rival muy duro de batir. Le vi el día en que ganó en Montjuic al Barcelona y me gustó mucho por lo bien que combina y la personalidad con la que jugó.

Sin embargo, la Real también está en un gran momento y ha logrado mantenerse fuerte en casa en los últimos partidos. Ante el Dinamo de Kiev, además, con la posibilidad de dosificar fuerzas en la segunda parte pensando en el partido de hoy, algo que puede ser importante. Imanol quitó a Brais al descanso y enseguida retiró a Aramburu, Kubo y Oyarzabal, que para mí fue el mejor. Esos movimientos vinieron bien para que chavales como Magunazelaia y Marín tuvieron sus minutos y aportaran mordiente en esos momentos en los que la intensidad había bajado algo. Hoy será difícil que se repita esa situación porque el encuentro se prevé disputado, pero esas energías que se ahorraron el jueves pueden ser determinantes.