San Sebastián

Un detenido y cinco investigados en Donostia en el desalojo del Pleno de los jóvenes del Guardetxe

Aunque en el orden del día no había ningún punto en el que se tratara el asunto, los jóvenes han entrado en el Salón de Plenos y, tras permanecer sentados y en silencio unos minutos, uno de ellos se ha levantado y ha intentado leer un comunicado en voz alta, lo que el alcalde, Eneko Goia, ha impedido en cumplimiento del reglamento municipal.

Varios agentes de la Guardia Municipal se han acercado entonces donde este joven para exigirle que abandonara la sala, pero tanto él como otros han opuesto resistencia, por lo que se han producido forcejeos y gritos. En la refriega, un guardia ha caído al suelo y parte del público ha tenido que levantarse de sus asientos para no ser alcanzado por el tumulto.

Finalmente, al menos dos jóvenes han sido sacados del Pleno en volandas, mientras sus acompañantes recriminaban a los agentes su actuación. Ya fuera del Salón de Plenos se han repetido las escenas de tensión, que se han trasladado hasta el exterior del Ayuntamiento, adonde han acudido varios coches patrulla de refuerzo.

Tras estos incidentes, el PNV ha emitido un comunicado en el que muestra su «total rechazo a estas actitudes que nos retrotraen a tiempos pasados», al tiempo que advierte de que «los responsables públicos deben poder hacer su trabajo sin coacciones ni imposiciones como las vividas este jueves». Y añade que «quienes justifican o toleran estas actitudes intolerables deben explicar su postura ante la ciudadanía».

También EH Bildu ha facilitado una nota en la que muestra su «sorpresa» por la «diferente manera de proceder por parte del gobierno municipal a la hora de gestionar las reivindicaciones mostradas por la ciudadanía, pues en todos los casos es fundamental por parte de quien ostenta la responsabilidad máxima del Pleno actuar con calma, sosiego, respeto a la ciudadanía y mediando para evitar situaciones no deseables». La coalición abertzale expresa asimismo su «sorpresa» por la «contundente e inmediata respuesta de la Guardia Municipal, sin apercibimiento previo por parte del alcalde», una respuesta que entiende «evitable».

El Guardetxe, un antiguo edificio situado en una de las laderas del monte Urgull, ha sido ocupado en anteriores ocasiones de forma simbólica por de la Alde Zaharreko Gazte Asanblada (AZGA). No obstante, en todas esas ocasiones, la Guardia Municipal intervino desalojando a los jóvenes y cerrando nuevamente el . Ahora, el Ayuntamiento también ha tramitado una solicitud de desalojo cautelar en los juzgados, motivo por el que los jóvenes se han presentado en el Pleno.

El inmueble quedó vacío en 2019, tras una década en la que fue gestionado por la asociación Bandabat para actividades culturales. Desde entonces, permanece cerrado por su mal estado y la falta de un plan de rehabilitación ejecutado.

AZGA y una docena de asociaciones, principalmente de la Parte Vieja, defienden que el edificio podría «dar respuesta a las necesidades» de jóvenes y colectivos de Donostia, albergando actividades culturales, formativas, musicales y de ocio alternativo. También aseguran estar dispuestos a negociar con el Ayuntamiento «unas condiciones de cesión» del espacio, aunque advierten que continuarán con la okupación si no se abren vías de diálogo.

Frente a posibles planes institucionales de convertir el espacio en otro recurso turístico, desde AZGA son contundentes: «Tenemos claro que no queremos abrir otro museo, galería o espacio expositivo orientado al turismo». Aseguran que su apuesta pasa por un uso autogestionado, vecinal y comunitario, que responda a «las necesidades reales» del barrio.

En su comunicado también aseguran que en Donostia «se priorizan los intereses de las élites económicas sobre los colectivos del barrio, inmersos en un proceso irreversible de turistificación y gentrificación». Según denuncian, este fenómeno ha generado una pérdida de espacios públicos, subida de precios en la vivienda y desaparición del comercio local.

El Ayuntamiento reitera que el edificio requiere una rehabilitación integral antes de cualquier uso. Ya en el pleno municipal del pasado enero, la portavoz del PSE Ane Oyarbide explicó que el proyecto de reforma todavía debe ser solicitado y aprobado por la Diputación, y que se han presupuestado 50.000 euros para iniciar dicho proceso este año. Además, dejó claro que, una vez habilitado, el espacio se someterá a un concurso público abierto, sin reservas específicas para colectivos del barrio, como había reclamado EH Bildu.