«Cuanto más te dan las luces para adelantar, menos luces tiene el conductor; esto es lo que aconsejo»

Estamos en pleno verano y nuestras carreteras se llenan en estas fechas de viajeros que recorren la geografía de un lugar a otro para pasar unos días de vacaciones. Ante el aumento de tráfico, aumentan también las circunstancias a las que los conductores deben estar atentos, lo que incluye las imprudencias que se comente por otros compañeros de carretera.

Todos los conductores hemos padecido la insistencia y mala educación de conductores que llegan de pronto desde atrás a gran velocidad y a los que hay que dejar pasar para evitar un accidente. Este es el asunto en el que pone la lupa Eva Soriano, cómica y actriz, en uno de sus monólogos que se ha viralizado en las últimas horas. En un vídeo tomado del espacio que protagoniza en Europa FM, Cuerpos Especiales, relata cómo sufrió la insistencia de otro conductor cuando viajaba en su coche junto a su madre y que le hizo pasar un mal rato por una conducta que en ocasiones deja escenas de piques peligrosos.

«Me empezó a encender las luces y lo tenía pegado al culo, no sé si era un coche o un fox terrier», recuerda la presentadora catalana de 34 años. «Voy a abrir ese meloncito, la educación de los conductores, esa gente que confunde DGT con GTA, que es una cuestión que a mí me pone muy nerviosa», explica a lo largo de su monólogo radiofónico que aunque tiene unos meses ha vuelto a tomar vigencia ante el aumento de tráfico de estas fechas.

Su defensa de una buena educación al volante la realiza a partir de situaciones que se suelen repetir en carretera, «cuando vas en el carril izquierdo adelantando y alguien te insiste y te hace las luces en plan, venga, corre, corre, que necesito correr más. Que tengas un vehículo de alta gama no implica que el resto tengamos que ir mal por la carretera». La conclusión de Eva Soriano es clara: «es curioso porque es inversamente proporcional, cuanto más te dan las luces, menos luces tienen ellos».

La catalana hace énfasis en el peligro que suponen estas conductas para otros, ya que con humor negro confiesa que se sintió «como una princesa... como Lady Di en su final». Por ello pide practicar más lo que denomina la E.A., empatía automovilística. «Y si conocemos a algún individuo que haga esto de que cuando va por el carril izquierdo ponga luces al otro para que se aparte, y los conocemos, que practiquemos el H.A.T., Una hostia a tiempo», recomienda.