El vacile del cómico Mikel Bermejo a un espectador en el Kursaal de San Sebastián: «¿Comercial de Carrefour? Acuda a la caja 2…»

Mikel Bermejo tan pronto bromea sobre los vascos como exhibe su lado más guasón con un pueblo en el que se habla mucho euskera. El cómico guipuzcoano, de 33 años de edad, volvió a sacar más de una carcajada a los asistentes a su nuevo espectáculo, 'Eureka'. En esta ocasión, este monologuista volvió a su ciudad natal, San Sebastián, donde sacó a relucir su gran sentido del humor en un Kursaal lleno, y en el que los espectadores se divirtieron a lo grande con sus múltiples ocurrencias.

Eso sí, en un momento dado del espectáculo en Donostia, Mikel Bermejo se saltó el guion y tras sacar el lado divertido de acciones y hábitos de lo más cotidianos optó por buscar la colaboración del público. La logró, una vez más, hasta el punto de que llegó a sacar la cara de un espectador cuyas respuestas estaban haciendo reír a otro de forma exagerada. Al menos para el cómico.

«Hay un tío riéndose de ti todo el rato», constató antes de buscar al asistente que estaba haciéndose notar con sus carcajadas. «¿Cómo te llamas amigo?», le preguntó. «Miguel». «¿Con quién has venido?», continuó interrogándole. El espectador le siguió el juego, y reconoció haber acudido al show con dos amigas. «¿Dónde están las amigas de Miguel?», lanzó el propio Mikel Bermejo al no ser capaz de distinguirlas. Y tras no obtener respuesta alguna, optó por sacar a relucir su gran sentido del humor: «Pues tan amigos no seréis, ¿no, Miguel?». El público presente en el Kursaal estalló en una sonora carcajada.

Sin embargo, lo mejor de la anécdota está aún por llegar. Y es que Mikel Bermejo tenía claro que quería responder al asistente con la misma moneda, de forma tajante, dándole una lección. «Miguel, ¿a qué te dedicas tú?», preguntó. El espectador respondió sin pensárselo dos veces: «Yo soy comercial de productos Carrefour».

Fue entonces cuando el cómico donostiarra se acercó, cogió el micrófono y se armó de su particular ukelele para dedicarle una pequeña canción: «Miguel, te la dedico, ¿vale? Gracias», le informó ante un público expectante. Y le vaciló con mucha guasa: «Miguel, acuda a la caja 2, Miguel», cantó, haciendo referencia a la voz que a menudo se oye por megafonía en cualquier supermercado para llamar al cajero de turno. El público asistente al Kursaal estalló en una carcajada y el cómico logró su objetivo, tal y como desveló en una publicación en redes sociales: «Se reía de otro y se la devolví».