«Emakumeen Etxea es un proyecto abierto y vivo que tendrá espacios polivalentes y dinámicos»

Maitane y Edurne, las arquitectas de Juntura que han llevado a los planos las aportaciones y necesidades identificadas en el proceso participativo puesto en marcha por el Ayuntamiento, pusieron en valor en la presentación realizada en Eltzia «la polivalencia y dinamismo de los espacios dibujados».

Las técnicos municipales de Igualdad y Participación, Jone y Onintza, a su vez, incidieron en el carácter «abierto y vivo» de un proyecto que busca facilitar procesos de empoderamiento, trabajar la prevención, la atención y reparación de la violencia machista, y crear redes y alianzas entre mujeres.

De hecho, la presentación del anteproyecto no es un punto y final, a partir de septiembre el proceso de participación, afrontará un nuevo asalto en el que entre otras cuestiones, abordarán el modelo de gestión, cómo se va a organizar, llamar y complementar el servicio, y tratarán de acercarse a nuevos perfiles de mujeres para construir un espacio referencial que satisfaga al mayor número posible de oñatiarras .

En esta línea precisamente, al final de la presentación y bajo la dirección de Farapi, se hizo un ejercicio especial «para detectar ausencias». En otras palabras, pensar qué grupos de mujeres, qué voces faltan en el proceso y analizar las posibilidades de llegar a ellas a la vuelta del verano.

Volviendo a la distribución interna de Emakumeen Etxea, las profesionales de Juntura explicaron que «no hemos adaptado cada espacio a una actividad. Hemos pensado en las características que necesitarían los servicios que consideráis deberían prestarse, y los espacios que se plantean son vivos y adaptables a los diferentes usos mediante el empleo de mobiliario polivalente, cortinas y otros recursos flexibles».

La estructura interior de madera y todo el techo del edificio que Construcciones Ugarte está rehabilitando con un presupuesto de 745.200 euros, han sido ya desmantelados y según detallaron «han salido piezas especiales en cuanto a patrimonio que tendrán presencia en el resultado final porque es importante valorar y preservar el legado del inmueble. En adelante nos adaptaremos también a eventualidades de este tipo. La naturaleza de la casa supone un reto que condiciona algunas actuaciones, una singularidad que tuvimos claro desde el principio», relataron.

Con la distribución de espacios proyectada se busca que la casa tenga un espíritu «abierto y vivo. No queremos limitar las necesidades que creará el uso y las propias mujeres podrán decidir cómo adaptar los espacios una vez Emakumeen Etxea esté en funcionamiento».

La distribución apuesta por «adecuar los servicios más públicos y sociales hacia la fachada de Kalezaharra y los de mayor privacidad hacia Aita Madina, aunque en las tres alturas habrá diferentes niveles de privacidad».

La planta baja se ha acotado lo mínimo posible, para convertirla en un espacio amplio y agradable abierto a la calle. Habrá un versátil topaleku, recepción con oficina semiabierta para la dinamizadora, un gran espacio polivalente para espectáculos, conciertos u otras expresiones artísticas dotado de gradas, una pequeña cocina integrada, así como muebles móviles (como una gran mesa polivalente que podría hacer de comedor o de encimera para cursillos), baños y almacén.

En la segunda planta, por su parte, se propone una gran sala de usos múltiples (cursos, proyecciones, charlas...), dos oficinas con área de espera y una zona central en la que poder visibilizar actividades que se dejaría abierta para cubrir las necesidades que vayan surgiendo.

La bajocubierta se contempla como un área creativa que jugará con la gran entrada de luz natural del techo y el encanto de esta última planta. Además de 'sormen gela', habría una pequeña sala de reuniones multiusos y áreas de servicios.

Con la primera fase de las obras avanzando «a buen ritmo», las bases para poder afrontar la segunda, toman también forma. La distribución interior de un espacio «dinámico, activo, inclusivo, participativo, educativo y feminista con la intergeneracionalidad, la diversidad y el respeto como señas de identidad» ya cuenta con un anteproyecto arquitectónico.