El programa estival 'Kalean' leva anclas con la música como menú principal

Una oferta en la que tienen cabida desde colectivos locales como José de Azpiazu Musika Eskola y Ganbara Faktoria, a los nuevos sonidos del trío Mirua, que aúna pop y sintetizadores; la fusión de soul y funky de Sara Azurza; los ritmos cubanos de D'Capricho; o el tributo poético-musical a Walt Whitman y Txomin Artola del espectáculo 'Belar Hostoak'. También habrá hueco para el teatro con 'Agurea, urpekaria era Itsasoa' de Hortzmuga.

'Kalean' es un programa asentado, que aprovecha diferentes plazas, parques y txokos para crear espacios culturales de encuentro y convivencia al aire libre. En invierno lo habitual es que la gente se acerque a propuestas culturales en Santa Ana, Zubikoa, el gazteleku o Kultur Etxea. En verano, el objetivo es apostar por escenarios a cielo abierto. Desde los jardines de Lazarraga, al entorno de la ermita de San Lorenzo, el frontón de la plaza o Errementeri Plaza.

La programación se abre hoy con Jose de Azpiazu Musika Eskola como primer protagonista. Su alumnado despedirá el curso lectivo, a partir de las 18.00 en la plaza, con propuestas frescas que acercarán el trabajo realizado con un variado repertorio de piezas y de instrumentos musicales.

La siguiente cita será el 30 de junio, también con label oñatiarra. Será el turno de las corales Ganbara y Hots, el narrador Miel Guridi, el acróbata Xabier Regeiro y la pianista Amaia Zipitria con el montaje 'Gerraren oihartzunak'. OGA siempre se guarda una propuesta innovadora para estas fechas, y esta vez (22.00 horas) jugará con las luces, los sonidos y la noche en el frontón de la plaza. La crudeza de las guerras será representada a través de acrobacias, música y cantos.

En julio habrá cuatro conciertos, tres en los jardines de Lazarraga y uno en el exterior de la ermita de San Lorenzo, todas ellas a las 19.00 horas. El día 5, la banda Miru, formada por Maitane Iru y los hermanos Malentxo y Mattin Zeberio, explorará nuevos sonidos en la música vasca. Las letras de la cantautora se fundirán con melodías clásicas de pop y sintetizadores. Ganadores del Premio Harrobia en el concurso de maquetas de Gaztea en 2021, su propuesta de calidad tiene tirón.

El día 12 el relevo pasará a Sara Azurza y su primer trabajo en solitario: 'Hemen berriro' con canciones que exploran el ciclo emocional de la vida a través de estilos tan diferentes como el pop, soul, funky y electrónica. Contará con la compañía de Iker Lauroba al teclado y a la guitarra, Julen Barandiaran al bajo, y Haritz Lauroba y Andoni Etxebeste a la batería.

El día 19 será el turno de las hermanas cubanas Danieuris y Daniellis Moya Ávila que forman el dúo D'Capricho. Son cubanas, pero además de interpretar el repertorio tradicional del bolero y la trova cubana, tanto vieja como nueva, cantan en euskera con letras de las escritoras vascas Leire Bilbao, Arrate Mardaras y Miren Agur Meabe.

Utilizan la habanera, el danzón, el bolero, el son, el cha-cha-chá, el feeling, el género canción o la fusión para interpretar también textos de poetas cubanos y vascos.

La última cita del mes de junio será el día 26 en Lazarraga con Belar Hostoak. Una propuesta que aúna la poesía del estadounidense Walt Whitman, llevada al euskera por Amaia Lasa, y un concierto liderado por Urbil Artola que, junto a Dani Venegas, Andoni Etxebeste, Antxon Sarasua y Jon Gurrutxaga, repasará íntegro 'Belar hostoak', disco basado en la obra de Walt Whitman y grabado por su padre, Txomin Artola, en 1978.

Txomin recopiló algunos poemas del libro 'Leaves of Grass' y las tradujo al euskera, les puso música y publicó un disco. Ahora su hijo Urbil se sumerge en el universo de Whitman partiendo del disco grabado, lo revisan y adaptan a estilos más modernos. Amaia Lasa participa en el evento, recitando poesías en torno a Whitman.

Tras el ya habitual parón del mes de agosto, la programación se despedirá el 3 de septiembre con la compañía Hortzmuga que pondrá en escena la obra de teatro de calle 'Agurea, urpekaria eta itsasoa' en Errementeri plaza. Es la historia de cómo la mar une a dos desconocidos que juntos aprenderán a rescatarse a sí mismos. Una aventura de aprendizaje y tolerancia, con mucho humor, sobre las segundas oportunidades, los vertidos de deshechos al mar y la sobreexposición de menores en redes sociales. Una propuesta para ser, en definitiva, más humanos.