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Su tarjeta de presentación es intachable. El Kale Lagunak no ha perdido en toda la temporada tras 21 encuentros, pero ni esa fortaleza le asegura ... nada en la fase de ascenso que juega desde mañana al domingo en su terreno de Bera Bera en San Sebastián. «Empezamos de cero», subraya quien no quiere confianzas, el entrenador Aitor Cubero. Tres partidos en tres días para conseguir algo por lo que vienen peleando desde hace tiempo: una plaza en División de Honor B. El duelo ante el Málaga 91, este viernes a las 19 horas, marcará el inicio de esta fase de ascenso definitiva en la que el Kale Lagunak estará bien arropado por sus socios y simpatizantes, muchos de la Parte Vieja, donde nació el equipo en noviembre de 2002.
El Xaloc a las 12 horas un día después y el Rimas, el domingo a las 13 horas, completarán el calendario. Un playoff en el que no se puede dar nada por hecho. Lo sabe bien un equipo que en la última temporada se quedó sin poder ascender al perder el golaveraje. «Esa experiencia nos tiene que servir de algo», advierte Cubero, preocupado más por los «aspectos no tan deportivos que por el juego en sí». Y se explica: «Jugar en casa es positivo, pero esa presión también nos podría jugar una mala pasada. Confío en que no sea así porque llegamos bien».
El entrenador donostiarra ha conseguido dar forma a un equipo con un banquillo profundo, con alternativas en todos los puestos y que mezcla juventud con experiencia. El Kale Lagunak no tiene fichajes, todos los jugadores son de casa «y eso también nos tiene que dar un plus», subraya el entrenador, al que avala una larga trayectoria como jugador.
El Kale Lagunak es un grupo al que es difícil hacerle gol, lo que es una garantía en cuadrangulares como éste en los que los tanteos suelen ser bajos. «Hemos trabajado mucho en defensa para llegar a este momento de la temporada reforzados en ese aspecto. Hoy somos un equipo al que es complicado hincarle el diente. En una fase de ascenso solo puede ser positivo», apunta.
El Kale viene de ganar tres partidos seguidos en el primer corte hacia el ascenso jugado hace dos semanas con el Pozuelo, Valencia y Carataunas. Tres goles encajados y once materializados fue el balance del equipo.
Pero si hay un aspecto que permite a Cubero reforzar su optimismo es la fortaleza del Kale en el penalti córner con varios tiradores que marcan diferencias. «En hockey hierba un buen penalti es oro y ni qué decir en duelos a cara o cruz».
Intuye Cubero que el Xaloc valenciado «puede ser el rival más fuerte» de los tres a los que se va a enfrentar el Kale Lagunak aunque el Rimas, el segundo equipo del Terrassa, «también puede ser peligroso porque tiene jugadores técnicamente bien dotados».
En caso de lograr el ascenso, el club tendrá que dar un salto presupuestario porque el equipo dejará de moverse solo por la zona norte. «Contamos con el apoyo de Obras Errazu y Orona, a los que les estamos agradecidos, y habrá que pelear por más apoyos. Será señal de que lo hemos logrado».
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