Hockey patines

El Mundaiz es de Liga Bronce

Los nervios han estado a flor de piel desde las nueve de la mañana en el polideportivo Josean Gasca de Donostia, pero el objetivo inicial de jugar en casa –derecho obtenido por ser campeón de la liga regular– estaba asegurado. Reflejo de esa tensión ha sido el marcador de los primeros minutos de partido. La afición del Mundaiz se hizo notar durante los cincuenta minutos del encuentro, con los jóvenes de las categorías base siendo quienes llevaban la voz cantante. A bombo y garganta animaron a los suyos.

Saltaron en el quinteto por parte del Mundaiz Gonzi (portero), Danel, Iosu, Johny y Alfonso Sandonís. Este último adelantaba a los suyos en el minuto 1, recogiendo la pelota fuera del rectángulo del portero rival y celebrando hacia su grada, señalando el camino a seguir.

Poco a poco el Gurutzeta conseguía acercase a la porteria de Gonzi, con una buena oportunidad en el minuto 7. El empate llegaría segundos después, prueba de la rapidez de juego de este deporte. Un fallo en el marcador –el tiempo no corría– provocó un tiempo muerto pedido por el árbitro, que en una buena jugada los visitantes acertaron para colar la bola en la portería.

Al minuto 11, una falta directa –una suerte de penalti en hockey sobre patines– daría la ventaja a los vizcaínos. Gonzi se adelantó y obligó al jugador naranja a repetir el tiro, detuvo el segundo al igual que el primero pero el rechace acabó dentro de la red. El Gurutzeta se colocaba por delante en el marcador y causaba el murmullo del Josean Gasca. A partir de ahí, los de Barakaldo apretaron, estando más presentes en el área de los entrenados por Jose María Barrachina. La tensión de no estar en Liga Bronce se hizo patente, pero los aficionados locales, vestidos de rojo, siguieron animando a los suyos. A falta de seis minutos para el final de la primera mitad, el Mundaiz reaccionó para dar cierta esperanza a los suyos. Danel inició una contra que combina con Odei Prieto para disparar, con el stick a la altura de la cintura, una bola que supuso el 2-2.

El 3-2 fue obra del capitán Asier Galea, que saliendo del banquillo supo dónde disparar para batir al portero. El alivio de certificar la superioridad tanto en el juego como en el marcador aclaró la mente de los locales, creyendo en sus posibilidades de ascenso. A falta de pocos segundos para el descanso, Iosu certificó el 4-2 y los patinadores respiraron con alivio. Así, la inquietud cambió de color. El Gurutzeta sumaba nueve faltas en menos de 25 minutos –máximo de diez para conceder al rival una falta directa– de semifinal, y su capitán veía una tarjeta azul que le costó la expulsión. Un forcejeo cerca de la valla con Sandonís le costó que el equipo estuviera durante el resto de la mitad con cuatro jugadores en pista. Ambos equipos se jugaban mucho, pues solo el vencedor subiría de categoría.

Kiko intentaría con un gran regateo la última oportunidad del Mundaiz en la primera parte, pero el luminoso se mantuvo en el 4-2 a la llegada del descanso.

Con el arranque de la segunda mitad, Danel aumentó la ventaja en una estupenda jugada en solitario que sorprendió al portero del Gurutzeta. Llegando desde detrás de la portería, logró colar la bola con un disparo a la escuadra. Iosu se sumaría a la fiesta para poner el 6-2 en el minuto 32. El conjunto vizcaíno pedía tiempo muerto para evitar que las posibilidades de ascender se desvanecieran. En un deporte tan rápido, darle la vuelta al encuentro puede ser cuestión de minutos. No obstante, se consumaba la falta directa por la décima falta del equipo rival, y Kiko convirtió en el segundo rechace tras el lanzamiento.

Con una renta de cinco puntos por superar, los visitantes se echaron adelante buscando reducir la diferencia, con varios intentos que no acabaron en gol. En el 38 convirtieron una falta directa en el 7-3, y el 7-4 llegó escasos minutos después con un buen disparo del Gurutzeta. El cansancio comenzaba a ser notorio en las filas de Barrachina, pero necesitaba un último gol para certificar sus aspiraciones. Solo quedaban diez minutos para el final.

La respuesta no se hizo esperar. Danel puso el 8-4 para el Mundaiz con un golpeo certero desde fuera del área, y aunque él y Nico Sandonís colaron la bola en otras dos ocasiones, no subieron al marcador por estar el juego detenido. El Gurutzeta tuvo una última oportunidad de creer en el ascenso en los tres minutos finales. La mejor, una falta directa que detuvo el portero del equipo donostiarra. A pesar de los intentos, instantes despué, el árbitro pitó el término del encuentro y la alegría se hizo manifiesto en el Josean Gasca. El Mundaiz era de Liga Bronce.

El abrazo grupal del Mundaiz era la prueba evidente del sufrimiento soportado durante los 50 mintuos. Un carrusel de emociones que supieron gestionar para convertirles en los primeros finalistas de la Final Four y equipo de OK Liga Bronce de hockey. Los jugadores no se olvidaron de la grada joven, componentes de los conjuntos de las categorías base que se acercaron este domingo a animar al primer equipo. Óscar Prieto, delegado de la plantilla sénior, trasladaba la euforia de los patinadores, donde alguno hacía lo imposible por contener las lágrimas tras el pitido final. «Emocionados» es la primera palabra que sale de su boca, sabedor de que han conseguido ascender a una categoría nunca antes lograda. Asimismo, siendo el único equipo guipuzcoano en la competición y en el deporte en esta categoría, teniendo que jugar en una liga prácticamente vizcaína dada la presencia mayor de equipos del territorio vecino.

Esta salvedad de ser el único guipuzcoano en hockey patines hace que sea complicado «conseguir jugadores» y que exista una cierta «dificultad» en los conjuntos base debido a los constantes desplazamientos a Bizkaia. El coste de los viajes suponen un condicionante para muchas familias. Con este ascenso a Liga Bronce esperan retener a los jóvenes y disfrutar y aprender en una liga más exigente.

Todavía les falta saber si son los campeones de la Liga Norte, en el encuentro que tendrán este domingo por la tarde a las 18.00 horas, también en el Josean Gasca. El rival de la final será el Oberena, que se ha hecho con el ticket de oro tras el triunfo por 6-4 al Burgos.