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Loredi Altzibar (Zumaia, 28 años) es ingeniera informática y actualmente está cursando el Máster de Análisis de datos, Ciberseguridad y Computación en la nube en Mondragon Unibertsitatea. Está en último año de su formación y, al mismo tiempo, trabaja en la Escuela Politécnica Superior, en las instalaciones del Laboratorio de Diseño Mecánico. Ella y su equipo se dedican al diseño y estructura de elementos mecánicos. Esto se consigue mediante simulaciones y tests en laboratorio –máquinas que están en marcha por mucho tiempo–. El proceso genera información valiosa para las empresas colaboradoras de Mondragon Unibertsitatea y para estudiantes. Y la información es oro.
Altzibar agrega que «mi trabajo es recoger esta información y presentarla de forma informática, diseñando un sistema y usando tecnologías actuales». Divide su trabajo en dos partes:aplicaciones de sobremesa para maquinarias y aplicación de simulaciones de elementos mecánicos.
Pese a que sea difícil explicar su día a día, asegura estar muy contenta con esta profesión. «Nuestro trabajo permite encontrar soluciones y ayudar a las necesidades de las empresas. A través de la tecnología podemos cambiar las cosas y eso es muy gratificante», afirma.
Altzibar atesora un perfil que tiene mucho o con las tecnologías y «diría que éste es un ámbito que siempre va evolucionando. Esto significa que es importante estar al día y aprender lo nuevo que se ofrezca. Para mí, es un proceso sin fin de aprendizaje para toda la vida».
Esta zumaiarra habla con pasión de su función: «Creo que lo mejor es poner en práctica las habilidades adquiridas en un entorno real. Junto con los proyectos semestrales que suelen ser orientados a problemas reales, he podido hacerme a la idea de cómo puede funcionar un mundo laboral».
Altzibar pone en práctica el trabajo en equipo, con personas que tienen distintos campos de conocimiento y capacidad de comunicación para conseguir un mismo objetivo, además de innovar para poder darle solución a los problemas que van surgiendo y saber tomar decisiones que estén alineadas con el objetivo, los recursos y los trabajadores. Preguntada sobre dónde se ve en el futuro, contesta que «no me cierro las puertas. Sea aquí o en el extranjero, que el reto laboral sea atractivo es lo importante».
Maitane Aldalur (Azkoitia, 2002), por su parte, cursa el ciclo formativo superior de istración de Sistemas Informáticos en Red en Zubiri Manteo. Actualmente, está haciendo las prácticas en el departamento interno de informática de La Salle. Aldalur asegura que se siente «integrada» en un equipo en el que hay gente de todas las edades. «Puesto que no soy la única mujer, me siento más cómoda en las oficinas aún estando en distintos departamentos. Actualmente, en La Salle me están introduciendo a su actual puesto y ritmo de trabajo. Es mucho más de lo que parece, no es fácil pero es asumible. Sumado a todo esto, tres de mis compañeros comenzaron las prácticas hace un año y actualmente están trabajando y esto me llena de esperanzas».
En cuanto a las habilidades personales y profesionales, asegura que «estoy poniendo en práctica bastantes habilidades personales: asumir responsabilidades, capacidades de escucha, la organización, la tolerancia a la presión junto a la paciencia y sobre todo, la capacidad de trabajar en equipo». Virtudes todas ellas imprescindibles en la competencia laboral del siglo XXI.
Asegura tener «muchas ganas de aprender y perfeccionar mis habilidades. En cuanto a mejorar, estoy dando el salto de lo que he aprendido estos años en Zubiri a el mundo profesional gracias a estas prácticas en La Salle».
Finalmente, Aldalur confiesa que gracias a los conocimientos adquiridos en Zubiri Manteo, «puedo aplicar lo aprendido en mi entorno de trabajo y estoy muy agradecida con ello». Además, dice que ha tenido la suerte de, aparte de estudiar mucho sobre la informática, de estar en un ambiente «muy agradable donde todo el rato me he sentido cómoda, teniendo en cuenta que he sido la única mujer en mi aula».
Con todo, Aldalur reflexiona sobre la informática. Dice que en este área va un poco más allá todo este asunto de aprendizaje. «Más que nada, porque la informática está en un progreso constante y sin límites, es por ello, que tienes que estar preparado para todas las innovaciones que vienen», culmina.
Un déficit estructural del sector de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación reside en la escasa presencia femenina. Con el objetivo de potenciar la incorporación laboral de las mujeres –actualmente sólo representan el 24% de la fuerza laboral–, las asociaciones empresariales Cybasque y Women4Cyber han suscrito un acuerdo de colaboración para trabajar de manera conjunta y desarrollar actividades como jornadas, eventos o 'masterclass'. El objetivo de estas iniciativas es inspirar a chicas y mujeres de Euskadi que estén ya formándose o trabajando en ciberseguridad, o que quieran conocer de primera mano a expertos de diferentes ámbitos e industrias que desarrollan su trabajo en este ámbito. Para fomentar la cantera, los expertos abogan por la concienciación, la formación y dar visibilidad.
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