El presunto asesino de gais llegó desde Bruselas a Euskadi y visitó otras regiones

A cuestiones como estas trata la Ertzaintza de dar luz, aunque algunas respuestas pueden demorarse porque la investigación «va para largo». Así lo aseguró este miércoles el consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, que precisó que harán falta «meses» para aclarar el caso. «Hay que darle tiempo a la investigación porque hay que practicar muchas pruebas y recabar muchos testimonios», reiteró el vicelehendakari primero. Mientras, David M.B., permanece desde el sábado en la cárcel vizcaína de Basauri

Por el momento, todo son «hipótesis» y líneas de investigación «abiertas» incluso más allá de Euskadi y en coordinación con otras policías del Estado al margen de la Ertzaintza –que es quien dirige las pesquisas–, dado que hay constancia de distintos traslados del principal sospechoso a otras comunidades autónomas. Entre ellos, un viaje a Murcia, aunque presuntamente lo hizo acompañado de su novia, de 18 años de edad y estudiante en la Universidad de Murcia.

Erkoreka reveló que el detenido –que desde el pasado 23 de febrero residía en un piso compartido en Irun, donde había alquilado una habitación y ayudaba a la madre de su novia en los dos negocios de hostelería que regenta en la ciudad fronteriza–, llegó al País Vasco desde Bélgica. «Esta persona, además de en Euskadi, ha andado por otros sitios. Aquí llegó desde Bruselas y mientras residía en el País Vasco también anduvo por el Estado español, así que hay que investigar en otros sitios. Para ello, es fundamental la coordinación de la Ertzaintza con otras policías, y ya se está dando», confirmó Erkoreka en una entrevista concedida a ETB1.

Erkoreka se cuidó de no dar demasiados detalles sobre el desarrollo del trabajo policial, y recordó que el caso es «delicado». Sin embargo, sí reveló que los primeros indicios apuntan «al móvil del robo», aunque no descartó una motivación homófoba. «Parece que el principal móvil es el robo, pero no sé si hay un delito de odio también, no me atrevo a negarlo. La investigación dirá cuál es la motivación principal. Pueden estar los dos relacionados», subrayó el consejero, consciente de la alarma social desatada entre el colectivo homosexual que recurre a aplicaciones móviles para concertar citas, pues es la manera en la que el agresor había ado con sus víctimas.

Desde fuentes policiales trasladan que el caso va a obligar a llevar a cabo una de las investigaciones más complicadas a las que se ha enfrentado la Policía vasca en sus 40 años. No solo se trata de confirmar la posible autoría de las cuatro muertes confirmadas, sino determinar si hay alguna más. Hasta la fecha han trascendido otros dos casos de homicidio en grado de tentativa que también se achacan a Nelson David.

Cuestionado sobre un posible número concreto de víctimas mortales, 4 o 6, el consejero de Seguridad evadió una respuesta. «No me atrevo a decirlo; responder a esta pregunta puede dar pie a la alarma y mientras la investigación esté abierta y las hipótesis sean hipótesis, no podemos dar las cosas por probadas», advirtió, y volvió a apelar a la «prudencia» antes de realizar cualquier conjetura. Insistió en que la labor policial y judicial se va a prolongar «durante meses» para poder recabar toda la batería de pruebas necesaria para cerrar el caso. Entre ellas, distintos exámenes toxicológicos, un «seguimiento exhaustivo de las tarjetas bancarias y ver también la implicación del principal sospechoso y las personas cercanas». También se investiga si algunos pagos realizados a través de Bizum al sospechoso vendrían motivados por la realización de servicios sexuales.

Preguntado sobre la presencia de éxtasis líquido en el cuerpo de las víctimas en Bilbao, Erkoreka puntualizó que la sustancia está presente «en algunos casos, pero no sabemos si en todos». El éxtasis líquido es una droga depresora del sistema nervioso central, que provoca somnolencia y anula la voluntad de la víctima y en dosis altas puede inducir el coma y hasta causar la muerte. Se elimina en cuestión de horas del organismo. Aún no se ha podido determinar la presencia de esta sustancia en todas las víctimas.