Olentzero y Mari Domingi visitan DV: «Nos podéis dejar agua y una chuleta para reponer fuerzas»

Pese a que sus agendas echen humo, Olentzero y Mari Domingi no han faltado este viernes a su cita para charlar con los más pequeños en la casa de El Diario Vasco por segundo año consecutivo. Han llegado ilusionados a la sede de Miramon porque, por una parte, una de las noches más mágicas del año está a la vuelta de la esquina, pero también, por poder compartir impresiones con un grupo de niños que les esperaba sonrientes con sus cartas. «Aunque ha habido algún que otro gamberro, este año os habéis portado muy bien por lo que no repartiré mucho carbón», ha explicado el carbonero más famoso, que ha vuelto a mostrarse muy simpático y ha regalado alguna que otra confesión: «El vino nos gusta mucho, pero una chuleta y un poco de agua también nos viene bien para reponer fuerzas», ha bromeado ante la mirada de los más txikis.

Mari Domingi, por su parte, ha aprovechado su visita a la sede de DV para responder a una de las dudas que le persigue desde hace ya tiempo: «El gorro no me molesta. Aunque a algunos os parezca muy grande, ya es como si fuera parte de mí», ha aclarado. Sobre su trabajo, ha apuntado que, «sobre todo», ayuda a Olentzero con los regalos y se encarga del cuidado de su inseparable burro Napo. «A veces, Napo es un poco vago, pero tenemos mucho trabajo que hacer así que nos podemos entretener mucho», ha añadido la compañera de Olentzero.

También ha habido tiempo para que la pareja navideña escuchara las peticiones de los pequeños. Entre todos los juguetes que van a repartir este año, abundan «la patrulla canina, el muñeco de 'Frozen', los balones de fútbol y, cómo no, los patinetes», han explicado. Los pequeños Amets, Uxue y Julen han aprovechado la visita de Olentzero y Mari Domingi para pedir «un juego de mesa para los tres»; Ane, en cambio, ha preferido «una cámara de fotos», y Leo, el más txuri-urdin de todos, se ha decantado por «la camiseta de la Real de Mikel Merino». Carbón también repartirán, aunque no mucho, más bien poco, «porque en general habéis sido buenos», han dicho a los niños.

Al ser preguntados por Papa Noel y los Reyes Magos, Olentzero y Mari Domingi han confesado que en los últimos años no se han cruzado «mucho con ellos. Ma parece que no siguen nuestra misma ruta». El carbonero también ha detallado a los más pequeños que vive con «millones» de galtzagorris: «Incontables. Nos ayudan con vuestro regalos, cuidan a Napo, ¡y también a mí cuando me pongo enfermo!». Por cierto, Olentzero, para los que estén preocupados, ha asegurado que, «por ahora», no tiene ninguna intención de jubilarse. ¡Todavía quedan muchos regalos para repartir!», ha exclamado.

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