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Las canas son tendencia. El confinamiento y varias 'celebrities' han demostrado que el pelo gris está de moda, asumiendo y «abrazando» algo que casi toda la población experimenta a partir de cierta edad. El no teñir la raíz se está convirtiendo en una opción más que factible tras décadas de una evidente exclavitud 'beauty' consecuencia de estereotipos negativos respecto a cómo deben lucir las mujeres.
El confinamiento vino acompañado de muchos cambios en nuestras vidas y lucir las canas orgullosas fue una de ellas. Con los salones cerrados por las restricciones impuestas, las raíces nacieron y crecieron con libertad, y se dejó de esconder -por primera vez en muchos años- las canas de miles de mujeres. Gracias «al antes y al después» de grandes 'celebrities' como Sarah Jessica Parker, Kate Middleton o Andie MacDowell en el último Festival de Cannes, las melenas en las que se deja entrever el pelo natural ya es una realidad, logrando que cantidad de gente se haya liberado de los tintes, de acudir a las peluquerías cada cuatro semanas, apostando por cabellos libres y sanos de químicos.
A lo largo de las últimas décadas, nos hemos acostumbrado a creer que una mujer con canas es símbolo de una vejez prematura, descuido o dejadez, mientras que el hombre que luce un cabello gris resulta más interesante y atractivo, incluso. Así lo demuestran los comentarios hacia Richard Gere o George Clooney.
La actriz Andie MacDowell habló con la revista Vogue sobre su repentino cambio de look. «Busqué en Google qué actores se habían dejado el pelo gris. Hay muchos hombres que lo hacen y con las mujeres es distinto», explicó. La actriz se siente acorde a su edad (63 años) y más poderosa y libre que nunca. «¡No hacemos eso con los hombres! Nos encantan los hombres mayores. Me gustaría que las mujeres tuvieran las mismas expectativas. Creo que lo estamos consiguiendo. Nunca me había sentido tan poderosa. Me siento más honesta. Siento que no tengo que fingir nada. Que acepto de verdad cómo soy ahora. Me siento muy cómoda» añadió.
Sus palabras y su decisión han servido de empujón a quienes se han animado a dejar descansar su cabello. La protagonista de 'Sexo en Nueva York', Sarah Jessica Parker, también ha optado por que sus raíces crezcan y ya se le ha visto en varias ocasiones con el pelo canoso por las calles de Nueva York.
En España, mujeres como Ángela Molina o La Reina Leticia hace tiempo que se resisten a los tintes químicos. Molina dejó clara su postura en el año 2015. «Cada vez que me las he teñido, no me ha gustado el resultado final. Me gusta el pelo blanco, me gusta la vida como es, me encantan las canas. Me parece la cosa más dulce del mundo» contaba. La mujer de Felipe VI también lleva tiempo luciendo su castaña melena con canas, apostando por su belleza más natural.
Las 'celebrities' y las redes sociales han tenido un papel fundamental, claro está, a la hora de visibilizar un estigma que siempre ha estado presente en la sociedad. Patricia, estilista profesional de 'FOR estilistas' asegura que, «todo sucedió gracias a que las mujeres tuvieron la oportunidad de ver como crecía su pelo natural en el confinamiento. El ver cómo les quedaba y la comodidad de aquello les ha empujado a ello».
Si eres una de las muchas que ha decidido dar un respiro a los tintes, debes tener en cuenta que las canas también requieren cuidados especiales para lucir sanas y brillantes. El cabello blanco tiende a amarillear y a encresparse, por ello es importante utilizar un champú adecuado para evitar que acabe estropeado. Hay que hidratarlo con más frecuencia de lo habitual.
Para Patricia, por ejemplo, el pelo limpio y el color grisáceo se ve natural y no es partidaria de abusar del champú corrector. Pero esto es una decisión personal de cada mujer. Que cada una se sienta libre para llevar su cabellera como quiera. La estilista recalca que es fundamental acudir a un profesional para matizar el color de vez en cuando, apostando por un corte favorecedor para nuestro rostro.
Esta tendencia no solo libera a la mujer de los retoques mensuales en la raíz, sino que se ha convertido en un signo de claro empoderamiento femenino. El cabello blanco reivindica el derecho a sentirse natural.
Dicho lo cual, con tinte o sin él, lo importante es que cada una se sienta segura, libre y hermosa por dentro y por fuera.
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