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La Real Sociedad recibe al Nápoles con el reto de mantener la buena racha y ser fiel a la historia
Real-Nápoles

A la estela de las grandes noches italianas

La Real recibe al histórico Nápoles con el reto de mantener la buena racha y ser fiel a la historia ante los equipos de ese país en cancha guipuzcoana

Miguel González

San Sebastián

Jueves, 29 de octubre 2020, 08:20

No tiene el lustre de Juventus o Inter de Milán, dos de los tres grandes de Italia que ya sufrieron en su día en San Sebastián, pero el Nápoles es un histórico del fútbol transalpino que da brillo al historial europeo de la Real. El conjunto de Imanol quiere seguir la estela de aquellos de Ormaetxea y Denoueix que plantaron cara en su época a dos de los mejores conjuntos del continente. Calidad, ambición y plantilla tienen de sobra para pelear por la victoria, aunque el conjunto napolitano sigue siendo el gran favorito de grupo. Aunque torres más altas han caído.

El mejor partido de Atocha. Se jugó el 3 de octubre de 1979 contra el Inter. Era el encuentro de vuelta de una eliminatoria de la Copa de la UEFA. El cuadro nerazzurri pasaba por ser el mejor del calcio en ese momento, no en vano ganó el 'scudetto' esa temporada 79/80. En la ida la Real perdió 3-0 después de marcharse con un empate al descanso. En la reanudación Muraro y Baresi marcaron para los italianos y Santini sentenció en el tramo final. Lo peor se vivió en la grada de San Siro, donde el millar de seguidores blanquiazules padecieron todo tipo de vejaciones por parte de los tifosi, que les lanzaron bolsas de orina desde la grada superior.

Clasificación

  • 1. Real Sociedad 3 puntos

  • 2. AZ Alkmaa 3 puntos

  • 3. Nápoles 0 puntos

  • 4. Rijeka 0 puntos

Equipo y afición se conjuraron para hacer de Atocha un infierno en la vuelta. No cabía un alfiler en el viejo campo una hora antes del inicio del choque. Zamora siempre recuerda la anécdota de cuando en el vestuario abrió la ventana que daba a la calle. «Había un mundo. Un ambiente nunca visto. Intuimos que esa noche podía pasar cualquier cosa». Y así fue, porque de no mediar por una lamentable actuación arbitral, que ya de inicio se comió un claro penalti sobre López Ufarte, la Real debió haberse clasificado. Ganó 2-0 con goles de Satrústegui, pero es que el Inter apenas salió de su campo.

Ivano Bordon, portero interista aquella noche y campeón del Mundo en España'82 como suplente del mítico Dino Zoff, confesó años después lo mucho que sufrió en aquel partido. «No era un estadio muy grande, pero la gente estaba muy encima. Lo pasamos muy mal. Porque veníamos con tres goles de ventaja de la ida, que si no ahí nos quedamos». Su compañero Gabriele Oriali, también campeón del Mundo con Italia tres años más tarde, itió con el tiempo que «la Real mereció pasar aquella eliminatoria».

La muralla de la Juve. El cuadro más laureado de Italia visitó Anoeta el 5 de noviembre de 2003. Fue en la fase de grupos de la Champions. La Real había ganado los dos primeros partidos ante el Olympiacos y el Galatasaray, y había caído después en Turín. Para mantener las opciones de clasificación era clave no perder ante la Vecchia Signora en casa. La empresa no era fácil porque enfrente estaban los Buffon, Nedved, Di Vaio, Conte, Ferrara, Davids... Un auténtico equipazo entrenado por Marcello Lippi que venía de ser subcampeón en la edición anterior de la Champions tras caer en los penaltis contra el Milán. De los que jugaron aquella final Buffon, Ferrara, Tudor, Tacchinardi, Conte, Davids, Birindelli y Zalayeta repitieron en Anoeta.

La Real, aunque lo intentó de mil maneras, se estrelló una y otra vez contra la muralla juventina. Rekarte y Karpin hicieron daño a Pessotto por su banda, igual que Aranzabal y De Pedro a Birindelli por la suya. Incluso Alkiza y un jovencísimo Xabi Alonso superaron en la parcela central a Conte y Davids. Pero atrás Buffon no pasó grandes apuros por ente Ferrera, Tudor y Iuliano se encargaron de construir el muro perfecto. Con todo, aquel punto fue decisivo para lograr el a los octavos de final.

El Nápoles, aspirante a todo. El conjunto de Gattuso viene como actual campeón de la Copa en Italia, tras derrotar en la final a la Juventus de Cristiano Ronaldo, y como segundo clasificado en la Serie A, a dos puntos del Milán pero por delante de Juve e Inter, lo que demuestra su potencial.

Los 70 millones que pagó en verano al Lille por fichar al delantero nigeriano Osimhen equivalen a la masa salarial de toda la plantilla txuri-urdin esta temporada. Con eso está todo dicho.

Posee dos metas de gran nivel, Ospina y Meret; dos centrales contrastados como Manolas y Koulibaly; tiene al mejor centrocampista zurdo español junto con Merino, que es Fabián Ruiz; y su ataque es descomunal, con Mertens, Hirving Lozano, Politano, Insigne y el propio Osimhen. Pero si el Inter y la Juve no ganaron aquí, quizás tampoco lo haga. Es la magia de las noches italianas...

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