Zinemaldia

La feliz pasión de Pedro Almodóvar

Fue un Premio Donostia para la historia: por la entidad del premiado, por la pasión con que lo recibió, por la apoteosis vivida en torno a Pedro Almodóvar desde que llegó a la ciudad y por su emocionado elogio a la libertad y al cine al agradecer el galardón, que recibió de otra gran estrella, Tilda Swinton. Y también por la presencia en el Kursaal, junto a las autoridades locales, de Pedro Sánchez, en lo que supone la primera visita de un presidente del Gobierno al Zinemaldia. «Vengo a apoyar a Almodóvar y al cine español», dijo Sánchez. «Qué bien que estés aquí para respaldar a la cultura», le respondió el director en su encuentro en la alfombra roja.

El galardón cierra un ciclo y abre otro, como dijo el propio diretor, en la historia de amor entre este Festival y Almodóvar. Hace 44 años estrenó aquí su primera película, 'Pepi, Lucy y Boom', y tan libre y underground, sus visitas han sido continuas con sus películas o como 'entregador' de premios, y este jueves recibió el Donostia que reconoce el conjunto de su trayectoria. Pero la carrera sigue abierta: Almodóvar anunció su propósito de hacer películas mientras su cabeza y su cuerpo lo permita, así que volverá a este Kursaal que le recibió y despidió este jueves puesto en pie. En medio Almodóvar dejó su apasionado elogio a la libertad y a la creación. Cuánto juego han dado los Donostia del año, desde el emocionado Bardem, que lo vivió como un galardón íntimo, a la glamurosa Cate Blanchett, pasando por estas 24 horas almodovarianas, tan intensas.

Pero no solo de Almodóvar vive el certamen. También Monica Bellucci, que ya tuvo su Donostia en 2017, fue protagonista con su documental presentado en Perlak. La actriz combina a la perfección la sofisticación de una diva con la cercanía personal en el trato. En el ranking del glamurómetro le toma el relevo hoy Pamela Anderson, que protagoniza 'The Last Showgirl', de Gia Coppola, la última película a concurso.

Porque ya llega la hora de la verdad. Los jurados, como es tradicional, se reúnen hoy a mediodía en los salones de Arzak para confeccionar el palmarés de las distintas secciones. Y las quinielas se disparan. De momento hay dos que suenan como favoritas, la española 'Los destellos', de Pilar Palomero, también con enfermo terminal en su argumento, y 'On Falling', ópera prima de la portuguesa Laura Carreira, cine social de denuncia de las malas condiciones laborales y vitales de los más jóvenes. Pero la experiencia nos enseña que los jurados pocas veces coinciden con los pronósticos. Los veteranos Costa-Gavras con 'El último suspiro' y Mike Leigh con 'Hard Truths' también gustan mucho.

'¿Es el enemigo? La película de Gila', de Alexis Morante, presentada en la gala de RTVE, generó también este jueves mucha expectación. Pero algunos nos quedamos con nuestros fetiches personales: por la lluviosa Donostia paseaba la luminosa mirada mediterránea de Paolo Sorrentino, en carne viva en sus andanzas por la ciudad y en las pantallas con la proyección de 'Parthenope', deslumbrante e irregular filme con 'tics' estéticos demasiado 'publicitarios' al principio pero seductora en su caótico recorrido por Nápoles y las pasiones humanas. Porque 'pasión' fue este jueves la palabra del Zinemaldia. Viva Sorrentino.

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