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Las declaraciones de José Barrionuevo en las que asume que fue él quien ordenó algunas de las actuaciones de los GAL provocó este lunes la ... repulsa inmediata del Gobierno de Sánchez y de los socialistas vascos, en un intento de apagar el incendio provocado por el exministro de Interior. Barrionuevo reconoció en una entrevista publicada el domingo por El País que ordenó secuestrar en Hendaia en 1983 al miembro de ETA Joxe Mari Larretxea. En esa misma entrevista ite que fue él quien mandó liberar a Segundo Marey, intentado así desacreditar la sentencia del Supremo que le condenó en 1998 a diez años de prisión por el secuestro de este empresario vascofrancés y por malversación de fondos.
Estas declaraciones, que han desempolvado los viejos fantasmas de la última época del liderazgo de Felipe González, han provocado una catarata de críticas entre las que se incluyen las del Gobierno Vasco, partidos como PNV EH Bildu y Podemos, y asociaciones de víctimas, entre ellas Covite o la Fundación Fernando Buesa.
Los socialistas no se quedaron atrás y establecieron un cortafuegos para dejar claro que nada tienen que ver con la 'guerra sucia' que asoló Euskadi en los años ochenta del pasado siglo y que conllevó la citada condena del Supremo. Así, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no se anduvo por las ramas y fue categórico al recordar a Barrionuevo que los actos de los GAL fueron «actuaciones terroristas». Marlaska, en una intervención ante los medios en su visita a Cuenca, señaló que las palabras de su antecesor son de la «máxima gravedad» y subrayó que «los únicos medios que hicieron posible» la derrota de ETA fueron democráticos y mediante la aplicación de la ley.
La reacción del ministro fue firme, pero no le fue a la zaga la respuesta de los socialistas vascos. El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, recordó mediante un comunicado que si alguien conoce bien las consecuencias del terrorismo ese es el socialismo vasco. Añadió que ante esta lacra «siempre nos hemos defendido mediante la palabra».
En consecuencia, Andueza subrayó que las declaraciones de Barrionuevo son «inaceptables, pretenden justificar hechos muy graves, repugnantes, que van contra la democracia y contra el Estado de Derecho. Son palabras reprochables porque duelen a las víctimas. Son injustas con ellas y las desprecian».
También destacó que se trata de manifestaciones que van contra una sociedad que ha sufrido «lo indecible y que ya se ha manifestado, de forma reiterada, frente a todas las expresiones del terrorismo». «La Justicia –advirtió Andueza– deberá determinar si de ellas se deriva alguna responsabilidad. Las actividades terroristas de los GAL van a contar siempre con la condena y el rechazo del PSE».
Fernando Grande-Marlaska | Ministro del Interior «Los únicos medios que hicieron posible la derrota de ETA fueron democráticos y mediante la aplicación de la ley»
Eneko Andueza | Secretario general del PSE «Las palabras de Barrionuevo son inaceptables, repugnantes y pretenden justificar hechos muy graves»
Consuelo Ordóñez | Presidenta de Covite «Los GAL nunca debieron existir. Quien defiende un terrorismo está deslegitimado para condenar otros»
Bingen Zupiria | Portavoz del Gobierno Vasco «Las palabras del exministro son humillantes para las víctimas y recuerdan a las de aquellos que justifican a ETA»
En la misma línea se posicionó el secretario general de los socialistas guipuzcoanos, José Ignacio Asensio. Tras recordar que su partido siempre se ha manifestado contra todo tipo de terrorismo, también contra los GAL, incidió en que «si hoy en Euskadi y en España hay normas que reconocen a todas las víctimas, es por los socialistas». Rafaela Romero, diputada foral del PSE, fue la primera dirigente del partido en reaccionar el mismo domingo, y ayer aseguró que «igual que un 'ongi etorri' humilla a víctimas», también lo hace Barrionuevo con sus declaraciones. Además, instó a Pedro Sánchez, o cualquier miembro del Gobierno central, a que se pronuncien.
Por su parte, la asociación de víctimas del terrorismo, Covite, tampoco ahorró críticas al exministro de Interior. El colectivo que preside Consuelo Ordóñez calificó las declaraciones de «absolutamente inaceptables e indignas». Subrayó que los GAL «nunca debieron existir» e incidió en que «fueron un error y un horror», al tiempo que consideró que «es lamentable que haya quien los defienda. Quien defiende un terrorismo –subrayó Ordóñez– está deslegitimado para condenar otros terrorismos».
La repulsa también fue explícita por parte del Gobierno Vasco. El portavoz del Ejecutivo de Iñigo Urkullu, Bingen Zupiria, denunció que las declaraciones de Barrionuevo «humillan a las víctimas» y reconoció que cuando las escuchó «recordaba a aquellos que en esos mismos términos justifican la violencia de ETA». Zupiria añadió que el exministro socialista «está dando a entender que eran conocedores de la existencia de violencia terrorista de Estado; que solo reaccionaron ante ella cuando el Gobierno francés les apretó y da a entender un comportamiento inadecuado de la Policía».
Indignado con las palabras de Barrionuevo.
José Ignacio Asensio (@asensioji) November 7, 2022
Declaraciones graves y repugnantes, que van contra la democracia y contra los valores que siempre he defendido como socialista.
Siempre me he manifestado contra todo tipo de terrorismo, también contra el del #GAL. pic.twitter.com/ZomfTxw36O
Este rechazo por parte del PSE llega después de que tanto el Ejecutivo vasco como las propias víctimas estallaran contra las palabras del exministro. El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, también ha señalado hoy que considera «una humillación» las palabras de Barrionuevo.
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Andueza señala que la actividad institucional del PSE desde el Gobierno Vasco, los parlamentos, las diputaciones y los ayuntamientos «ha estado dirigida, en todo momento, a su deslegitimación y a avanzar en la verdad, la justicia y la reparación que merecen sus víctimas. Si hoy, en Euskadi y en España, hay normas que reconocen a todas las víctimas es por los socialistas y nuestro compromiso, en este sentido, es seguir trabajando cuanto sea necesario».
Andueza resalta que «como socialistas conocemos muy bien las consecuencias del terrorismo, nos hemos defendido de su amenaza, de sus terribles consecuencias, siempre con la palabra, con el compromiso indubitado, firme, de nuestra militancia y de nuestra organización con los derechos humanos, con el derecho a la vida, con el respeto a la pluralidad de ideas. Así ha sido y así será también en futuro».
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tendrá que responder en el Congreso y Senado a preguntas de PNV y EH Bildu acerca de las declaraciones de Barrionuevo. Los jeltzales quieren saber si el Ejecutivo de Sánchez cree «legítimas y justas» las actuaciones de los GAL relatadas por el exministro y si se investigarán en base a la Ley de Memoria.
EH Bildu, por su parte, solicitará la comparencia de Bolaños y también la de Barrionuevo porque, según indican, este último «asume su participación directa, además de justificar y respaldar, acciones de terrorismo de Estado llevadas a cabo bajo su mandato como ministro de Interior». En cuanto a la comparecencia de Bolaños, pretenden que traslade la posición del Ejecutivo ante esas declaraciones y las consecuencias que pudieran derivarse acorde a la Ley de Memoria. Arnaldo Otegi censuró que Barrionuevo «ha reivindicado el terrorismo de Estado con total impunidad».
Las críticas también llegaron desde Podemos. Miren Gorrotxategi denunció que Barrionuevo «reconozca su autoría en el terrorismo de Estado, pavoneándose, frivolizando con el crimen. Hacer memoria también significa desterrar a estos siniestros personajes». Y el Foro Social, por su parte, pedirá por carta a Pedro Sánchez que «reconozca el daño causado por el Estado».
El 'incendio' provocado por Barrionuevo también llegó al Parlamento de Navarra, con un resultado cuanto menos chocante porque los grupos no se pusieron de acuerdo para aprobar una declaración. EH Bildu pidió sustituir el término 'condena' por el de 'rechazo', algo que no aceptaron NA+ y PSN, al considerar que no caben «medias tintas». PSN, Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra presentaron una declaración común en la que proponían «rechazar rotundamente las declaraciones» y «condenar todas las violencias». Bildu presentó su propio texto, en el que proponía rechazar «rotundamente el apoyo explícito a la violencia de Estado» y mostró su «solidaridad con las víctimas».
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