El juez decreta prisión sin fianza para el presunto autor del violento homicidio de Donostia

Ambos, de 53 y 54 años de edad, estaban detenidos desde el miércoles en la comisaría de El Antiguo, donde llevan la investigación del caso, a la espera de pasar a disposición judicial. Tras ser interrogados ayer, el juez decretó prisión para el principal sospechoso del homicidio, el guipuzcoano J. Z., propietario del inmueble en el que vivía junto a los dos ciudadanos polacos. Al parecer, una discusión por el consumo de drogas como trasfondo desembocó en la agresión que le terminó costando la vida a Tomasz.

Su cadáver fue hallado por agentes de la Ertzaintza pasada la medianoche en una de las habitaciones del piso del donostiarra barrio de El Antiguo, a donde acudieron alertados por los vecinos, asustados por los graves altercados que allí se estaban produciendo. Tomasz vivía en ese inmueble junto a otro compañero polaco y con J. Z., que era quien les alquilaba sus habitaciones.

Los desencuentros entre Tomasz M. D. y J. Z. eran continuos. El primero se dedicaba al parecer al trapicheo, y ambos consumían estupefacientes. La noche del martes al miércoles se produjo una fuerte discusión, hasta el punto que J.Z. cogió presuntamente una pala de frontón y comenzó a golpearle en la cabeza hasta causarle la muerte. Cuando los agentes llegaron a la casa pasada la medianoche, el presunto homicida estaba junto a Tomasz, que yacía en el suelo sin vida y presentaba graves lesiones en la cabeza. Aunque el presunto homicida había arrojado el arma por la ventana, la Er-tzaintza logró recuperarla poco después.

En el lugar de los hechos se personaron la comitiva forense integrada por médicos y el juez que, tras realizar las pertinentes diligencias, ordenó el levantamiento del cadáver, que se encuentra en el Instituto Vasco de Medicina Legal de Gipuzkoa donde se le realizará la autopsia para determinar las causas del fallecimiento.

Los agentes de la Ertzaintza trabajaron durante toda la madrugada del miércoles en el lugar del crimen recogiendo evidencias que pudieran esclarecer el caso, entre ellas el arma del crimen. También interrogaron a los vecinos del edificio para recabar información, coincidiendo la mayoría en que un desenlace como el que se ha producido era algo que se podía esperar dados los numerosos altercados que se venían produciendo en las últimas fechas.

No obstante, y según comentaban los vecinos, temían más por la vida de J. Z. que por la del ciudadano polaco ya que el dueño del inmueble estaba amenazado y vivía con miedo.

Tomasz M. D. no levantaba precisamente simpatías entre los vecinos. Su corpulencia, su apariencia descuidada y su escasa sociabilidad levantaban recelo, así como sus actividades relacionadas con las drogas que habían generado problemas más de una vez .

De hecho, el miércoles no fue la primera vez que la Ertzaintza, alertada por gritos o peleas, hacía acto de presencia en el inmueble donde han sucedido los hechos que han desembocado en el que es ya el segundo homicidio que se ha producido en Gipuzkoa en lo que va de año.

En el territorio se producen una media de dos a cindo homicidios cada año, según reflejan los datos estadísticos facilitados por el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. En 2023 se registraron dos casos, uno en Irun y otro en Orio, y en ambos se usaron escopetas como arma del crimen.