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Miguel Villameriel
Domingo, 17 de marzo 2019, 07:34
El Gobierno de Iñigo Urkullu se encuentra a apenas un escaño de la mayoría absoluta en el Parlamento Vasco, pero esta semana ha vivido en ... sus propias carnes el poder que puede ejercer la oposición cuando se une para apretar al Ejecutivo. El consejero de Salud, Jon Darpón, había sido capaz de vadear la crisis abierta por las presuntas irregularidades en la OPE de Osakidetza durante diez meses, aunque con evidentes dificultades, pero en los últimos días se han alineado una serie de factores que han hecho inviable su continuidad. Esta es la cronología de la primera dimisión de un consejero vasco.
Junio de 2018: Salta el escándalo
La dimisión de Darpón está íntimamente ligada a las presuntas irregularidades que se cometieron en la OPE de Osakidetza 2016/17, por lo que el inicio de aquel escándalo con las primeras denuncias de varios médicos sobre posibles amaños puede considerarse el principio del fin de la carrera política del exconsejero. En un primer momento, Darpón minimiza el problema, aunque el Departamento de Salud abre una investigación. Los grupos de la oposición (EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PP) empiezan a pedir responsabilidades políticas, al igual que sindicatos como ELA, LAB y ESK.
Noviembre de 2018: Primeras salidas
El Gobierno de coalición de PNV y PSE trata de capear el temporal sin salidas traumáticas durante los primeros meses, pero finalmente el caso de la OPE le cuesta el cargo a la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, y a otros dos cargos del Sistema Vasco de Salud relacionados con las políticas de personal. Estas salidas, sin embargo, no aplacan el clamor de la oposición, que apunta directamente al consejero Darpón.
18 de febrero de 2019: Fecha clave
El Ejecutivo de Urkullu había cerrado filas con Darpón y el lehendakari no se planteaba su cese, a la espera de que escampase el temporal, pero el informe que la fiscal superior del País Vasco, Carmen Adán, envió al Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria -en el que se apunta a claras irregularidades en la OPE de Osakidetza- cae como una losa sobre el consejero de Salud. Las conclusiones de ese informe son publicadas en exclusiva por este periódico el 18 de febrero y provocan un gran revuelo político. El PP, que hasta ese momento se había mostrado como el grupo más comprensivo con el consejero, advierte al lehendakari de que endurecerá la petición de responsabilidades políticas, por lo que el futuro de Darpón empieza a pender de un hilo.
19 de febrero: La oposición se une
Apenas un día después de que se conocieran las conclusiones de la Fiscalía, Elkarrekin Podemos registra en el Parlamento una petición de reprobación contra Darpón. EH Bildu y el PP se muestran proclives a respaldarla. La presión empieza a hacer mella sobre el consejero, que no quiere verse reprobado por una mayoría de la Cámara.
25 de febrero: Apoyo público
A pesar de que el futuro político de Darpón empieza a pintar muy negro, el lehendakari no duda en mostrarle su respaldo público al acompañar al consejero a la inauguración de un centro de salud en Barakaldo. En cualquier caso, las caras de circunstancias de ambos protagonistas (como se puede ver en la fotografía que ilustra este reportaje) demuestra que la situación es crítica.
26 de febrero: No piensa dimitir
Se celebra el habitual Consejo de Gobierno de los martes y todos los consejeros cierran filas con su compañero. Se da la circunstancia de que Darpón comparte la rueda de prensa posterior con Josu Erkoreka (PNV) e Iñaki Arriola (PSE). El titular de Salud asegura que no pasa por su cabeza dimitir incluso aunque el Parlamento le repruebe y que solo dejaría el cargo si el lehendakari le cesa. Tanto Erkoreka como Arriola recuerdan que una reprobación de la Cámara no sería vinculante, y ponen el ejemplo de los ministros que han sido reprobados por el Congreso en esta legislatura (tanto del Gobierno de Rajoy como el de Sánchez) y no por ello dimitieron de su cargo.
5 de marzo: Se incrementa la presión
EH Bildu fuerza la máquina y añade a la posible reprobación de Darpón en el Parlamento una exigencia al lehendakari para que le cese de «inmediato» a Darpón por las irregularidades de la OPE. El pleno ordinario del día 21 de marzo, donde se debe votar la reprobación y la exigencia de cese del consejero, aparece marcado en rojo como el día que puede marcar un punto de no retorno.
7 de marzo: Tira la toalla
Desde que el escándalo de la OPE de Osakidetza saltó a la arena pública en junio de 2018, Darpón había puesto su cargo a disposición del lehendakari en varias ocasiones, en su afán por no dañar la imagen del Gobierno Vasco, del Departamento de Salud y de Osakidetza. Urkullu nunca aceptó su marcha porque sigue creyendo que su actitud y trabajo han sido «intachables» en los seis años que ha ejercido como consejero, pero en esta ocasión Darpón no le da opción a convencerle. Le traslada que está convencido de que la oposición le ha elegido como cabeza de turco para desgastar al Gobierno y prefiere apartarse para no perjudicar al Ejecutivo y al PNV a las puertas de dos citas electorales como las generales de abril y las municipales y forales de mayo. El lehendakari da su brazo a torcer, pero le pide que la dimisión no sea inminente para preparar un relevo ordenado. Al día siguiente, viernes, Urkullu y Darpón comunican a Nekane Murga que es la elegida para sustituir al consejero.
11 de marzo: Murga, la sustituta
La reunión de la ejecutiva del EBB del pasado lunes se prolongó casi hasta las nueve de la noche, pero no se debió a que el debate se alargara por la posible coalición del PNV con el PDeCAT de cara a las elecciones europeas, como se barajó en un primer momento. Urkullu acudió a Sabin Etxea para comunicar a la ejecutiva jeltzale la dimisión de Darpón y el nombre de su sustituta en el Departamento de Salud, Nekane Murga. La salida del consejero cae como un jarro de agua fría en la sede del PNV, donde Darpón es muy querido y valorado. Fuentes del EBB aseguran que el apoyo del partido al sailburu ha sido total en los últimos meses, pese a las dificultades.
12 de marzo: Última reunión
A pesar de que la salida del consejero ya está pactada entre Urkullu y el propio Darpón, el tema no se trata en el Consejo de Gobierno a la espera de que los acontecimientos aconsejen hacer oficial la dimisión. El lehendakari, no obstante, avisó a los consejeros de la dimisión de Darpón dos días después, antes de que se hiciera pública.
13 de marzo: Crecen las sospechas
Urkullu, Darpón y su sucesora, Nekane Murga, aprovechan un receso en el pleno monográfico que se celebra en el Parlamento para reunirse y preparar el traspaso de poderes. El encuentro se produce en la oficina del PNV en la Cámara y algún periodista se percata de ello, por lo que los rumores de una posible dimisión del consejero se disparan. El Gobierno Vasco guarda silencio.
14 de marzo: Se confirma la marcha
La oposición no afloja y, ante la evidente debilidad de Darpón, EH Bildu anuncia el jueves en el Parlamento que impulsará una moción de censura contra el consejero en el caso de que el Parlamento le repruebe el día 21 y no dimita. La censura, a diferencia de la reprobación, sí tiene un carácter vinculante. En esas condiciones, el lehendakari llega a la conclusión de que no tiene sentido mantener por más tiempo en el cargo a Darpón y, a las 12.50 horas, el Gobierno Vasco emite un comunicado en el que anuncia la dimisión del consejero. Unas horas después, Urkullu comparece en el Parlamento para agradecer al sailburu saliente su trabajo y subrayar que «es difícil encontrar más honestidad en el ejercicio de una responsabilidad pública». La aceptación de la marcha de Darpón, uno de sus más estrechos colaboradores, es el trago más amargo que ha tenido que afrontar Urkullu desde que llegó a Lehendakaritza hace seis años.
15 de marzo: Sintonía personal
Urkullu llamó el viernes a Darpón para interesarse por él después de una semana realmente difícil para el exconsejero. El lehendakari considera que su abrupta salida es injusta porque Darpón había hecho todo lo posible para llevar hasta el final la investigación de la OPE de Osakidetza y porque su gestión al frente de Salud tenía muchas más luces que sombras. La decepción es especialmente importante con los grupos de la oposición, ya que considera que se han ensañado con Darpón como una forma de minar a todo el Gobierno. Cuando aún queda un año y medio de legislatura vasca, habrá que ver qué consecuencias tiene esta crisis en el entendimiento futuro con la oposición, aunque en principio el lehendakari no se plantea un adelanto electoral pese a su debilidad parlamentaria.
EH Bildu, Podemos y PP criticaron ayer la reacción del PNV en el caso Darpón, y la consideraron «desproporcionada» e «infantil», a la vez que resaltaron que no se le ha acusado de cometer un delito, sino de responsabilidad política en las irregularidades de la OPE de Osakidetza.
Los tres partidos de la oposición en el Parlamento Vasco se refirieron así, en la tertulia semanal de Radio Euskadi, a las declaraciones del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, realizadas la víspera, sobre la dimisión del consejero vasco de Salud, Jon Darpón, quien se vio obligado a dar ese paso, según dijo Ortuzar, «por una oposición vengativa y ramplona, que solo se junta para destruir».
En la misma tertulia radiofónica, el parlamentario del PNV Luis Javier Tellería mantuvo ayer también que se ha tratado de «una clara operación de acoso y derribo, pero contra el Gobierno Vasco, no contra la gestión de Darpón», de quien afirmó que ha dimitido «no porque lo haya hecho mal, sino para no dañar al Ejecutivo».
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