
Secciones
Servicios
Destacamos
El caos sufrido ayer por los s de Renfe al suspenderse todo el servicio ferroviario hasta las 12.30 horas dejó en un segundo plano ... la inauguración de la nueva estación provisional de San Sebastián. Una infraestructura que prestará servicio durante año y medio, mientras se construye la futura del TAV, cuya entrada en operación está prevista a lo largo de 2024.
Las primeras impresiones de los pasajeros habituales no dan pie a la celebración, pues una mayoría la ve más «pequeña» e «incómoda» que la histórica que el domingo echó el cierre hasta su remodelación. Aun comprendiendo que se trata de una estructura circunstancial, hay elementos que no gustan a los asiduos del tren. Lo peor valorado son los elementos exteriores al propio edificio de la estación. Esto es, la pasarela sobre las vías que hay que atravesar para cruzar desde o hacia la anterior entrada por el Paseo de Francia a la actual en la plaza Nestor Basterretxea (junto a Tabakalera), y los ascensores para acceder a ella si se quiere o se necesita evitar las escaleras.
Noticia Relacionada
En el paso elevado se echa de menos sobre todo que esté cubierto, especialmente en días de lluvia. Además, muchos viajeros ponían ayer en duda que sea capaz de absorber de forma fluida la cantidad de gente que querrá atravesarla a la vez y con prisas en las horas punta. La ausencia de trenes durante toda la mañana impidió testar ayer la adecuación de la nueva estación a las necesidades de los ciudadanos en los momentos más críticos.
La capacidad también es el principal déficit que se observa en los ascensores. Un letrero indica que ambos elevadores tienen capacidad para 13 personas o mil kilos de peso. Una cantidad que para los s consultados «resultará insuficiente cuando quieran cogerlos centenares de personas al mismo tiempo».
Así opina entre otros Arantxa Amondarain, vecina de Legazpi que acude en tren a San Sebastián «casi todas las semanas». La nueva estación «me parece mucho más incómoda. Hay que pasar la pasarela, el ascensor se va a quedar pequeño, y he contado más de 20 escaleras para subir», critica. Pero lo que más le sorprende negativamente es que esté a la intemperie. «En Legazpi tenemos también pasarela, pero está cubierta. Aquí quizás no hiele tanto, pero en invierno...».
En la misma línea se expresa Paki, de Beasain. ite que a ella el cambio de lado de la estación no le afecta mucho porque no suele bajar en el Centro donostiarra, pero ite que la primera sensación «no ha sido muy positiva. Es más incómoda, sobre todo por tener que salir de la estación y tener que ir por fuera para cruzar la pasarela. Y más con un día lluvioso como el de hoy».
La zona de vestíbulo fue objeto de más dudas que críticas. Jon, de Donostia, la ve «pequeña para toda la gente que llega a la ciudad en hora punta y la que llegará en momentos puntuales como Santo Tomás. Nochevieja, el Día de San Sebastián... Cuando leí que eran 1.200 metros cuadrados me imaginé algo suficientemente amplio, pero ahora veo que no es para tanto y es bastante más reducida que la de siempre», apunta.
Alaia, de Hernani, prefiere «esperar a ver qué pasa cuando estén operativos los negocios y servicios de la estación. A primera vista parece insuficiente, pero cuando abran los locales de café y comida se verá», sintetiza. Como el resto de consultados, cree que «no habría costado mucho cubrir la pasarela y hacer unos s más fáciles, sobre todo para la gente mayor, para quienes llevan carros de bebé...».
Respecto a los negocios de la estación, aún no hay fecha para la reapertura de los dos comercios (el de cafés y prensa y el de dulces y aperitivos), ya que «no han hecho a tiempo la documentación». Es difícil que puedan abrir en toda la semana, lo que dejará unos días a los s sin la opción de recargar la tarjeta Mugi. El estanco desaparece al no poder expenderse tabaco en la estación, un escollo que se superaba en la antigua estación al tener entrada desde la calle.
Tampoco estaban preparadas las nuevas paradas de taxi, planteadas unos metros más atrás y al otro lado de la calzada respecto a la actual en el lado del Urumea (junto al edificio del Colegio de Médicos) y, en el lado de Egia, cerca del a la estación, en Duque de Mandas. El Ayuntamiento de Donostia ya criticó la semana pasada haberse enterado del cierre de la estación «con muy poco tiempo y escaso margen de maniobra para habilitar nuevos espacios que requieren mover mobiliario urbano, señalizar...».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.